A pesar de la popularidad que en la actualidad está logrando la lucha libre japonesa a nivel mundial, ésta es mínima comparada con la que tuvo en su época dorada, cuando las islas niponas se paralizaban durante las emisiones televisivas los programas de las principales compañías.
En aquellos años, los principales estrellas de la lucha de Japón eran verdaderos ídolos, prácticamente semidioses ante los ojos de los aficionados. Por más triunfos que obtengan en la actualidad luchadores como Hiroshi Tanahashi o Kazuchika Okada, jamás lograrán alcanzar el estatus de los legendarios monstruos sagrados.
Hoy contaremos la historia de uno de ellos.
En 1972, Shohei “Giant” Baba y los hermanos Momota (hijos de Rikidozan) fundaron la Zen Nihon Pro Wres (All Japan Pro Wrestling), y ese mismo año, Baba reclutó a quien habría de convertirse en la figura que daría impulso a su compañía: Tomomi “Jumbo” Tsuruta.
Jumbo Tsuruta fue la primera cara hecha en la promoción nipona, y no sólo eso, sino que además fue un modelo para las generaciones que vinieron después que él, como por ejemplo, los luchadores conocidos como “esquineros del cielo”: Mitsuharu Misawa, Kenta Kobashi, Toshiaki Kawada y Akira Taue.
El marcado estilo de Tsuruta, originado por su pasado como luchador olímpico, y sus combates ante leyendas como Misawa, Stan Hansen, Genichiro Tenryu, entre otros, fueron clave para el éxito que tuvo el referente luchístico entre los fanáticos del deporte, quienes lo recuerdan con mucho cariño hasta el día de hoy.
Tomomi Tsuruta nació en el 25 de marzo del año 1951 en un pueblo llamado Makioka, ubicado en la prefectura de Yamanashi, Japón. Como una mera curiosidad, Makioka desapareció en el año 2005, ya que fue absorbido por la ciudad de Yamanashi.
Tsuruta era un gran fanático de la lucha libre. Creció viendo a las estrellas de Japan Pro Wrestling Alliance, en donde se encontraban el mítico Rikidozan, Shohei Baba, y además el fundador de New Japan Pro Wrestling, Kanji “Antonio” Inoki.
Naturalmente, esto plantaría las semillas de la lucha libre profesional en el joven Tomomi, aunque estas no brotarían hasta mucho más tarde, pues durante su juventud, Tsuruta exploró su capacidad para el deporte a través de varias disciplinas como el sumo, la natación y el basquetbol, en su etapa en la preparatoria Hikawa, de Yamanashi.
Escucha Rolling Dreamer, el tema musical de Jumbo Tsuruta:
La historia de cómo se decantó por la lucha libre profesional es la siguiente: En su estancia en el equipo de basquetbol, ya en la Universidad de Chuo, Tsuruta tenía como meta ir a los juegos olímpicos con el equipo japonés. No obstante, se dio cuenta de que nunca llegaría a cumplir su sueño de ir al magno evento deportivo si seguía en carrera para ser un importante jugador de baloncesto, por lo que decidió dejar aquel deporte.
Es en ese momento que la pasión por la lucha libre comenzaría a surtir efectos en Tsuruta, él estaba decidido a ir a los juegos olímpicos, y lo haría a través del deporte que disfrutaba de niño: la lucha libre.
Por eso en su estadía en la Universidad de Chuo se propuso entrar en el equipo de lucha libre amateur, donde fue asignado en la categoría de peso súpercompleto, ya que Tsuruta pesaba alrededor de 100 kilos durante esa época.
En 1971 ya era un excelente luchador, convirtiéndose en Campeón Nacional, tanto en lucha libre como lucha grecorromana.
Eso fue mérito suficiente para ser elegido como representante de Japón en los juegos olímpicos, que tendrían lugar en Alemania al año siguiente. El sueño estaba cumplido, pero el camino recién comenzaba.
Japón obtuvo 4 medallas en lucha durante los olímpicos de Alemania en 1972. Koichiro Hirayama obtuvo medalla de plata en lucha grecorromana en la categoría de los 52 kilos, mientras que Kiyomi Kato y Hideaki Yanigada consiguieron el ansiado oro en lucha libre, en las categorías de 52 y 57 kilos respectivamente. Kikuo Wada fue otro que se coronó con la de plata, en la categoría de los 68 kilos, también en lucha libre.
Tsuruta no pudo conseguir ninguna medalla, pero aun así, sus habilidades bastaron para dejar maravillado a Shohei Baba, quien en ese momento se encontraba en búsqueda de nuevos talentos.
Yuji Tsuruta, el hijo mayor de Tomomi Tsuruta, quien todos los días trabaja en mantener con vida al legado de Jumbo. Con respecto a Shohei Baba contratando a su padre, Yuji expresó en entrevista con SÚPER LUCHAS:
“Mi padre fue el primer luchador que Baba contrató. La frase de mi padre ‘encontré empleo en All Japan Pro Wrestling’ es muy conocida. Creo que Baba vio gran potencial cuando lo empleó. Es muy raro encontrar a alguien de su tamaño con esas habilidades atléticas. Sus talento en lucha definitivamente fue un detalle importante”.
En efecto, Giant Baba no fue el único que quedó sorprendido por las habilidades de Tsuruta. Harley Race conoció a Jumbo en los olímpicos y lo alabó diciendo que “era un gran atleta por donde se lo mire, no hay duda de eso”.
A fin de pulir sus habilidades en el ring, Baba envió a su joven aprendiz a Amarillo, Texas, en los Estados Unidos, para que este entrenara con otros dos grandes de la lucha libre: Dory Funk Jr. y Terry Funk.
“Estuve en contacto con Dory Funk Jr. Él alabó a mi padre diciendo que fue el mejor alumno que tuvo. De hecho, mi papá respetaba mucho a Dory Funk Jr. La primera lucha que me mostró fue una que tuvo contra su mentor”.
Dory Funk Jr. entabló una relación bastante íntima con su protegido, en su página personal, Funk le dedicó un texto donde narró cómo fue el momento en el que conoció a la promesa de oriente.
Funk escribió que conoció a Tsuruta el sábado 28 de marzo del año 1973, mientras estaba en Amarillo, Texas, como parte de su descanso rutinario de Campeón NWA. Ese mismo sábado mientras estaba en las grabaciones para un show de lucha regional Tsuruta se presentó ante él y le pidió que por favor lo instruyera en la lucha libre profesional.
Dory escribió:
“Ese sábado en las grabaciones para la TV, Tomomi Tsuruta luchó contra El Gran Tapia, un buen luchador de México. No sabía que esa iba a ser su primera lucha, pero no iba a haber cambios en ese momento. Lo miré directamente y le dije ‘no te preocupes, Tommy, lo harás bien’”.
La primera lucha que tuvo Tomomi Tsuruta en la lucha libre fue con El Gran Tapia, pero este último fue más conocido como Espectro II, célebre en México durante los setentas. A lo largo de su carrera se hizo con las cabelleras y máscaras de varios competidores hasta que su campaña de desenmascaramientos fue finalizada por Blue Demon, quien la arrebató la máscara al Espectro II en 1972.
Es menester prestarle atención al detalle de que la primera lucha de Tsuruta fuera contra alguien tan experimentado en la lucha libre mexicana como lo fue El Gran Tapia. A veces, el puntapié inicial puede determinar el rumbo que tendrá una carrera a futuro.
Durante su estancia en Amarillo, los Funk decidieron que había que realizar una encuesta para elegir el nuevo nombre que tendría Tsuruta, ya que para ellos, “Tommy” se les hacía muy femenino. El nombre ganador resultó ser el que llevó consigo hasta el final de sus días: Jumbo.
La última lucha en donde se tiene registro de que Tsuruta haya estado en Estados Unidos es una en donde estuvo acompañado de Stan Hansen y enfrentó Larry Lane y Les Thorton el 23 de septiembre de 1973.
Una vez que regresó a su tierra natal, Jumbo Tsuruta nunca miró hacia atrás y se convirtió en una leyenda de la lucha libre profesional. Sus habilidades dentro del cuadrilátero lo convirtieron en un atractivo para los televidentes nipones, quienes adoptaron al luchador como uno de sus ídolos.
“El hecho de que la lucha libre haya sido popularizada en Japón durante el reinado de mi padre dejó la vara muy muy alta”, dijo Yuji Tsuruta, “lo sentíamos hasta en los huesos, era algo increíble”, continuó el japonés.
Años más tarde, Tsuruta enfrentaría en épicas contiendas a aquellos que alguna vez lo vieron como un infante iniciándose en la lucha libre, como los Funk, Stan Hansen, Giant Baba, entre otros.
La historia más tarde escribiría que pocos luchadores en Japón tuvieron la fama y el reconocimiento que Jumbo Tsuruta tuvo, difícilmente se pueda equipar al ex luchador con otro, porque en efecto, este era único en su categoría.
Tsuruta mantuvo su fidelidad a All Japan Pro Wrestling hasta el final de sus días, y en la charla con Yuji Tsuruta, éste afirmó que jamás le pasó por la cabeza a su padre el abandonar AJPW.
“Hay muchas historias y teorías sobre las intenciones de Jumbo Tsuruta sobre si iba a firmar con otras compañías, no encuentro a ninguna relevante. Para citar a mi padre ‘es mejor sentirse traicionado que traicionar’. Creo que era muy fiel a Giant Baba”.
Lastimosamente, Tomomi Tsuruta falleció en el año 2000 debido a una falla en un trasplante de riñón. No obstante, su legado como luchador y como ser humano se mantiene presente en el mundo de la lucha libre.
Yuji Tsuruta, durante el transcurso de varios años, se encargó de mantener con vida la carrera de su padre, a través de un sitio dedicado a él, como asistiendo en cada ocasión a los eventos que realiza AJPW en la actualidad. El hijo mayor de la leyenda siempre remarca la calidad de persona que tenía su padre para que de alguna manera, los demás puedan entender por qué Jumbo Tsuruta fue quien fue, un dios popular de la lucha libre profesional.
“Él fue la persona más amable, pasional y fuerte que alguna vez he conocido. Fui muy afortunado de ser su hijo”, finalizó Yuji Tsuruta.