No sabemos si Dez Bryant, el wide receiver de los Dallas Cowboys, es un buen jugador de póquer o no pero pronto vamos a salir de dudas.
El receptor ha aumentado la presión en las negociaciones con su club al informar personalmente al vicepresidente ejecutivo, Stephen Jones, de su intención de no participar en el training camp ni jugar en encuentros de temporada regular si no hay un contrato de larga duración antes de la fecha límite para que los jugadores franquicia, que acaba el miércoles 15 de julio.
Desde el bando de Bryant consideran que ha demostrado ser el mejor receptor de la liga durante los últimos cinco años y tiene que ser recompensado de forma justa. La temporada pasada lideró la NFL con 16 touchdowns y acumuló 1320 yardas.
Aunque los Cowboys creen que las amenazas de Bryant son vacías tras haber participado en distintos entrenamientos mientras se producían pocos avances en las negociaciones, lo cierto es que no contar con él sería un problema añadido para un equipo que ganó el Este en la Conferencia Nacional y, más teniendo en cuenta, las ausencias ya sabidas del pass-rusher Greg Hardy y Rolando McClain para los cuatro primeros partidos por sanción.
Si Bryant decidiese no firmar ese acuerdo, no sería penalizado al ausentarse del training camp pero cada encuentro de temporada regular que se perdiese le supondría 752.000 dólares.
Al igual que el jugador de los Cowboys, Demaryius Thomas de los Broncos, Justin Houston de los Chiefs y Jason Pierre-Paul de los Giants tienen también hasta el miércoles para firmar un contrato de larga duración con sus equipos al haber sido designados como jugadores franquicia.
Sources: @DezBryant personally called Cowboys EVP Stephen Jones to say he won't attend camp, will miss real games unless signed by Wed.
— Ed Werder (@Edwerderespn) julio 13, 2015