Una de las mayores decepciones de la temporada 2017 de la Fórmula Uno fue Red Bull. La escudería austriaca dio varios pasos hacia atrás y pasó de ser la mayor amenaza para Mercedes en la temporada previa a sumar 100 puntos menos respecto a los que hizo el año anterior.
El equipo de Milton Keynes no solo se alejó de las Flechas Plateadas, sino que fue superado también por Ferrari, que le arrebató el segundo lugar del campeonato de constructores sacándole 154 unidades de diferencia.
El principal problema que enfrentaron fue la confiabilidad del motor Renault, renombrado Tag Heuer, que solo mejoró conforme avanzó la campaña, pero fue cuando sus rivales ya se habían escapado.
En total, Red Bull acumuló 13 retiros en 2017, siete del holandés Max Verstappen y seis del australiano Daniel Ricciardo.
La situación fue más dramática para Verstappen, la joven sensación de la Fórmula Uno, quien entre su mal año, acumuló tres carreras consecutivas en las que no logró terminar, entre Canadá y Austria, aunque rumbo al final de la campaña, cuando el monoplaza mejoró, se impuso en Malasia y México para confirmar su talento.
La promesa que en el futuro inmediato peleará por los triunfos y los campeonatos le valió para renovar con la escudería hasta 2020, en medio de rumores sobre que Mercedes o Ferrari estaban interesados en el talentoso juvenil.
No es el caso de su compañero, Ricciardo, quien fue el piloto que más espectáculo brindó el año anterior en el Gran Circo, al conseguir remontadas inesperadas durante la campaña, pero solo tuvo una victoria, en la caótica de Azerbaiyán, aunque registró nueve podios, incluidos cinco en fila.
El australiano, que también ha sido relacionado con Ferrari o Mercedes, concluye contrato al final del año y podría buscar un título en otro garaje.
Con una de las duplas más talentosas en la parrilla, en Red Bull se vuelven a ilusionar con una mejor campaña, ya adaptados a las reglas de la categoría, que cambiaron poco para este 2018, aunque la importancia de un motor confiable será vital para evitar salir desde el fondo.
Los entrenamientos realizados en Barcelona también han provocado alegría en Red Bull, con los autos cerca de sus dos rivales para el campeonato e incluso el campeón británico Lewis Hamilton, de Mercedes, aseguró que los austriacos estarán más cerca de los alemanes.
La única sorpresa fue la decisión de hacerse a un lado del equipo de F1 de Adrian Newey, verdadero arquitecto del monoplaza que dominó la máxima categoría en el comienzo de la década, con los cuatro títulos del alemán Sebastian Vettel.
El director técnico se dedicará a otras actividades de ingeniería dentro del grupo y dejará la responsabilidad en uno de sus hombres de confianza, Pierre Waché.
Una vez superado el impacto de esta noticia, será el momento de volver a la pista para Red Bull, que quiere ser una opción real para acabar con el dominio de Mercedes, aunque sin perder de vista a Ferrari.
Los argumentos están con uno de los monoplazas mejor diseñados de la parrilla, una dupla de conductores talentosos formados en sus filas y la experiencia de haber conseguido triunfos en el pasado reciente. La única duda es el motor Renault, que debe estar a la altura del resto de los elementos.
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