La temporada del piloto mexicano continua siendo una montaña rusa, con una gran irregularidad y errores constantes. Checo Pérez estaba consiguiendo buenos resultados en las carreras a pesar de su bajo desempeño en las clasificatorias, pero en los últimos dos Grandes Premios se ha mantenido lejos de los primeros lugares.
Sergio Pérez arrancó el campeonato con un sorprendente desempeño, al conseguir dos victorias en las primeras 5 carreras, por lo que se mantuvo muy cerca de su compañero, el líder del campeonato.
En cierto punto de la temporada, al llegar el Gran Premio de Mónaco, el nivel del mexicano vino a menos, hilando, desde ese momento, 3 carreras al hilo fuera del podio, lo cual lo alejo de cualquier oportunidad de pelear por el título.
Checo Pérez trabajó con un coach mental
Esta baja de nivel provocó que el piloto tapatío perdiera la confianza, al no conseguir los resultados deseados e ir perdiendo puntos en el campeonato, por lo que este tomó la decisión de solicitar ayuda para salir de este bache, trabajando junto a su entrenador y con sus ingenieros para encontrar la solución a la mayor cantidad de errores.
“La Fórmula 1 es mi deporte, mi vida, mi pasión. Pero cuando lo estás pasando tan mal en el trabajo, es difícil estar alegre en casa con tu mujer y tus hijos. Por eso contraté a un preparador mental, porque mi familia se merece tener un padre alegre en casa”, mencionó Sergio Pérez en una entrevista para el medio neerlandés De Limburger.
La presión de estar en un equipo de alto nivel fue uno de los factores que más afecto al piloto de Red Bull, teniendo en cuenta que en un inicio había conseguido mantenerse en la punta de la tabla, pero al cambiar esta situación le resulto complicado afrontarlo.
“Al principio (de la temporada) estaba ahí arriba, compitiendo, pero todo cambió. Conducía sin ninguna confianza. En cierto momento, simplemente no podía entenderlo. Eso fue muy difícil. Cuando conduces para un equipo de primer nivel, la presión por rendir aumenta rápidamente”, finalizó.
MEB