Su presidente, Hugh Robertson, informó sobre la posición de la delegación británica después de que Australia y Canadá ya hayan confirmado que no acudirán a la gran cita deportiva del próximo verano.
Mientras, el Comité Olímpico Internacional (COI) ha indicado que tomará una decisión sobre el futuro de los Juegos de Tokio en las próximas cuatro semanas.
No obstante, Robertson dijo hoy que, "dada la situación", cree que el COI deberá cancelar los JJOO: "Prevemos que seguiremos pronto a Canadá y Australia", añadió.
"Es muy sencillo. Si el virus se mantiene como predice el Gobierno, no creo que podamos mandar un equipo bajo circunstancia alguna", explicó el dirigente deportivo británico.
Además, Robertson opinó que los atletas del "Equipo GB", como se conoce a la delegación de Gran Bretaña (Escocia, Gales, Inglaterra) e Irlanda del Norte, "no estarán listos" para competir en verano, dadas las limitaciones impuestas por el Gobierno para frenar la propagación del virus.
"Comprensiblemente -expuso-, las instalaciones de entrenamientos de elite han sido cerradas en todo el país, así que no pueden llevar a cabo el tipo de preparación que necesitan para estar listos para los Juegos".
Asimismo, el presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), el también británico Sebastian Coe, ha enviado una carta a su homólogo del COI, Thomas Bach, para pedirle que retrase los Juegos, pues considera que no es "deseable ni factible" que se lleven a cabo.
"Nadie quiere que se pospongan los Juegos Olímpicos, pero, como ya he dicho públicamente, no podemos celebrar un evento a toda costa, ciertamente no a costa de la seguridad de los atletas", escribió Coe.