La Comisión Ejecutiva del Comité Olímpico Internacional mantendrá, de este martes al jueves en Lausana (Suiza), su última reunión del 2016, pendiente de la publicación de la segunda parte del informe McLaren y cambios propuestos por Tokio para los Juegos del 2020.
Como ha sucedido desde el pasado julio, cuando su relación entró en crisis por las diferencias sobre la participación de Rusia en los Juegos Olímpicos de Río, el Comité Olímpico Internacional (COI) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) parecen jugar con la estrategia para elaborar sus agendas.
Cuando el presidente del COI, el alemán Thomas Bach, ofrezca el jueves una conferencia de prensa para explicar las decisiones de la Ejecutiva no podrá referirse, sin embargo, a las revelaciones del nuevo informe McLaren, puesto que este no se hará público hasta un día después.
La primera parte del estudio encargado por la AMA a este abogado canadiense destapó lo que a su juicio era un "dopaje de Estado" en Rusia, lo que llevó a la Agencia a pedir la exclusión de los Juegos de Río de todo el equipo ruso, a lo que el COI se negó.
El organismo olímpico debe avanzar, en todo caso, en su objetivo de "hacer los controles antidopaje independientes de las organizaciones deportivas", lo que pasa por delegar el poder sancionador, ahora en manos de las federaciones, en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).