El belga Eden Hazard y el español Diego Costa, impulsaron al Chelsea a la victoria en Saint Mary's Stadium, ante el Southampton (0-2), para sumar su cuarto triunfo seguido y proseguir en la lucha por el liderato de la Premier.
Desde que perdió con el Arsenal el 29 de septiembre en la sexta jornada de la competición inglesa, todo han sido buenas noticias para el equipo de Antonio Conte, que ha ganado todos sus partidos y está a un solo punto del Manchester City, el Arsenal y el Liverpool, que comparten el dominio de la competición.
El Southampton transita por el ecuador de la tabla. Antes de recibir la visita del conjunto londinense solo había perdido dos partidos.
Sin embargo, el equipo del francés Puel Claude se topó con una situación adversa desde el inicio. Fue incapaz de frenar a Hazard, que recibió dentro del área un balón del nigeriano Victor Moses, se deshizo de los defensas y se abrió hueco para ampliar su ángulo de tiro y batir a Fraser Forster a los seis minutos.
No perdió el control del partido a pesar del intento de reacción local. Cualquiera pudo marcar pero no hubo acierto hasta la segunda mitad.
Antes de alcanzar el cuarto de hora tras el descanso llegó el golazo de Diego Costa. Hazard envió la pelota al internacional español, que la condujo hasta la media luna del área local. Desde allí ejecutó un disparo fuera del alcance de Forster.
Fue el octavo gol de Diego Costa, erigido en el máximo goleador de la Premier, con un tanto más que el argentino Sergio Agüero, del Manchester City y el belga Romelu Lukaku, que encauzó el triunfo del Everton ante el West Ham.
Los 'Toffees' pusieron fin en Goodison Park a su mala racha. Acumulaba el equipo de Ronald Koeman cuatro encuentros sin ganar en la Premier. Pero ante el West Ham obtuvieron los tres puntos.
Lukaku lideró el éxito (2-0). Marcó un gol y participó en el otro.
Tuvo que esperar hasta la segunda parte el equipo de Liverpool para sacar adelante su compromiso. Yannick Bolasie recogió el rechace de una parada de Adrián y envió un centro a Romelu Lukaku que, solo bajo palos, empujó la pelota a la red.
Sentenció el choque el Everton a falta de un cuarto de hora.
Lukaku aguantó a su defensor y llevó el balón hacia el segundo palo, donde aguardaba Ross Barkley para finalizar la acción y sentenciar el choque.