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En este contexto, El Comercio intentó comprender la coyuntura que atraviesa la selección, especialmente cuando el año culmina con Perú en el último puesto de las Eliminatorias 2026, lo que deja en evidencia que, mientras el plantel envejece, los resultados se alejan cada vez más de lo esperado. Esto es aún más evidente al observar a los jugadores más veteranos en la actual clasificación. Paolo Guerrero, con 40 años, es el jugador de mayor edad en la selección peruana, superando solo a Lionel Messi, quien a sus 37 años ya no tiene la misma presencia en la selección argentina. Sin embargo, en Perú seguimos dependiendo de Guerrero, quien, a pesar de su veteranía, sigue siendo clave para el equipo.
En situaciones similares se encuentra Arturo Vidal, con 37 años, en Chile, un país que también enfrenta un proceso de recambio complicado. De hecho, la última convocatoria doble de emergencia de Vidal fue vista como una medida para salvar a Gareca de quedar últimos en el año de las Eliminatorias 2026. Por su parte, Ángel Mena, con 36 años, ya se retiró de la selección ecuatoriana tras la última jornada clasificatoria, mientras que Tomás Rincón, también de 36 años, ha perdido protagonismo con Venezuela.
Los más veteranos de las Eliminatorias 2026
Nombre | Pais | Edad |
---|---|---|
Paolo Guerrero | Perú | 40 |
Lionel Messi | Argentina | 37 |
Arturo Vidal | Chile | 37 |
*Ángel Mena | Ecuador | 36 |
Tomás Rincon | Venezuela | 36 |
Danilo | Brasil | 33 |
James Rodríguez | Colombia | 33 |
Fabián Balbuena | Paraguay | 33 |
René Barbosa | Bolivia | 31 |
Guillermo Varela | Uruguay | 31 |
En el caso de Bolivia, René Barbosa, con 31 años, es uno de los jugadores más veteranos, mientras que en Venezuela, el problema de recambio generacional también es evidente, con jugadores como Rincón ya alejándose del protagonismo. Después, hay una brecha hasta los 33 años, con jugadores como Guillermo Varela de Uruguay, Danilo de Brasil, y James Rodríguez de Colombia, quienes siguen siendo parte de sus selecciones, pero ya en la etapa final de sus carreras internacionales. Esta brecha explica y evidencia el gran problema que enfrenta Perú, donde la falta de recambio generacional se ha convertido en una de las principales preocupaciones para el futuro de la selección.
Un torneo que no apuesta por la juventud
La Liga 1 2024 evidenció una débil apuesta por los jugadores sub 20 en la mayoría de los equipos, lo que pone en cuestión el compromiso de los clubes con el desarrollo de jóvenes talentos. Esta situación resulta aún más preocupante considerando que, en esta categoría, los futbolistas ya están obligados a sumar minutos en la primera división.
De los 18 equipos participantes, solo 9 apostaron por más de un jugador sub 20 en sus planteles. Sporting Cristal lideró en este aspecto con 5 juveniles, seguido por Sport Huancayo con 4, y Atlético Grau con 3. Sin embargo, esta tendencia contrasta con equipos como ADT y Deportivo Garcilaso, que no registraron a ningún juvenil en su primer equipo. Además, varios clubes importantes, como la ‘U’, Melgar y Cienciano, solo incluyeron a un jugador sub 20 en sus filas, lo que pone de manifiesto la escasa proyección de la juventud en el fútbol peruano, especialmente en equipos de alto nivel, como el actual bicampeón, Universitario.
Club | Jugadores sub 20 |
---|---|
Universitario | 1 |
Sporting Cristal | 5 |
Melgar | 1 |
Alianza Lima | 2 |
Cusco FC | 1 |
Cienciano | 1 |
Atlético Grau | 3 |
ADT | 0 |
Alianza Atlético | 2 |
Los Chankas | 1 |
Sporto Huancayo | 4 |
Deportivo Garcilaso | 0 |
Sport Boys | 3 |
Comerciantes Unidos | 2 |
UTC | 1 |
Mannucci | 3 |
César Vallejo | 3 |
Unión Comercio | 12* |
Un caso particular fue el de Unión Comercio, que inicialmente registró 12 jugadores sub 20, aunque esta cifra fue modificada posteriormente, ya que el equipo terminó utilizando a juveniles solo después de despedir a varios jugadores experimentados. Este hecho resalta una tendencia preocupante: los equipos recurren a la juventud solo cuando las circunstancias obligan, en lugar de apostarlo de manera estratégica para el futuro del fútbol nacional.
En total, 45 jugadores sub-20 tuvieron protagonismo en el torneo, aunque su presencia fue desigual entre los clubes. De estos jóvenes, solo uno logró llegar a la Selección Peruana Absoluta: Maxloren Castro, de Sporting Cristal. Paradójicamente, Castro fue el jugador más joven del torneo y empezó su participación en los entrenamientos de la selección como invitado. A pesar de no haber sumado minutos en los partidos, su convocatoria oficial subraya una pequeña luz de esperanza para los futbolistas más jóvenes, señalando que, aunque el camino es complicado, las oportunidades siguen existiendo.
A esto se suma que la Liga 1 ocupa uno de los primeros lugares entre los torneos con mayor promedio de edad en Sudamérica, alcanzando los 27.3 años. Este dato la coloca al mismo nivel que Colombia y apenas por detrás de Brasil y Chile, que registran 27.4 y 27.5 años respectivamente. La brecha con ligas como la de Venezuela (26.5) o Uruguay (26.6), donde hay mayor presencia de jóvenes talentos, es evidente.
Liga (País) | Promedio de edad |
---|---|
Brasil | 27.4 |
Chile | 27.5 |
Perú | 27.3 |
Colombia | 27.3 |
Paraguay | 27.2 |
Ecuador | 27.0 |
Bolivia | 27.0 |
Argentina | 26.9 |
Uruguay | 26.6 |
Venezuela | 26.5 |
La reflexión es inevitable: ¿cómo se puede esperar un recambio generacional si el principal torneo del país también apuesta por futbolistas veteranos? Todo parece estar conectado, evidenciando una cadena de problemas que limita la aparición de nuevos talentos en el fútbol peruano.
Crisis en la formación de talentos
En el análisis de la situación del fútbol peruano, Víctor Zaferson señala que “Los clubes de Liga 1 y Liga 2 son los principales responsables de formar futbolistas. Solo 2 o 3 trabajan seriamente, al resto no le interesa”. El periodista y scout critica duramente la falta de compromiso de los clubes con el desarrollo de los jóvenes, destacando que la escasez de formadores calificados es uno de los principales obstáculos. Según Zaferson, “no hay muchos formadores”, y en un país con tantas necesidades en cuanto a la formación de futbolistas, deberían existir más de mil entrenadores capacitados. Además, apunta que en los equipos de Primera División “no le dan oportunidad a los jóvenes”, lo que dificulta aún más el recambio generacional.
Otro punto relevante que señala es la falta de una correcta identificación y desarrollo de talento en el país. “Analizando como trabajan otros países en Sudamérica, estamos a la par solo con Bolivia”, explica, haciendo énfasis en que los entrenadores peruanos “identifican talentos por gustos personales, no por características que se solicitan en el mundo”. Esta limitación, sumada a la escasa competitividad en las categorías formativas, crea una brecha considerable entre los futbolistas sub-20 y los de Primera. “Cuando llegan a Primera, todo les cuesta. Hay una diferencia abismal entre Reserva y Segunda y Primera”, concluye, indicando que es urgente reactivar la Liga 2 para proporcionar más minutos a los jóvenes y facilitar su desarrollo.
La crítica también apunta a la formación general que reciben los futbolistas peruanos. Para Zaferson, “La formación en Perú aún es incompleta y mala”, señalando que los clubes no trabajan adecuadamente en el desarrollo de futbolistas dinámicos, intensos, polifuncionales y físicamente aptos para el alto nivel. En su visión, la clave está en buscar y formar jugadores desde los 12 o 13 años de manera integral, para que a los 17 o 18 años estén listos para jugar en Segunda y Primera. De acuerdo con Zaferson, “entre los 20 y 23 años ya deberían tener nivel suficiente para el fútbol de élite”, destacando como ejemplo a jugadores como Sonne, quien a sus 24 años ya está preparado para el fútbol de alto nivel.
Renovación pendiente en el fútbol peruano
La falta de planificación a mediano y largo plazo en el fútbol peruano es uno de los principales problemas que señala Ernesto Arakaki, exjefe de la Unidad Técnica de Menores de la FPF. Según él, el enfoque actual está marcado por una visión cortoplacista que prioriza resultados inmediatos, lo que lleva a los entrenadores a apostar por jugadores experimentados con garantías de rendimiento en lugar de dar oportunidades a los jóvenes. “Siempre se piensa primero en que se debe ganar el siguiente partido, entonces los entrenadores se van a jugar por los que ya jugaron un Mundial o las Eliminatorias porque ya saben que hay una garantía a cierta exigencia”, explica. Esto dificulta cualquier intento de renovación progresiva en los planteles.
Arakaki también pone énfasis en las falencias en la formación de los futbolistas jóvenes en el país. Para él, no se trata solo de incluir juveniles por necesidad, sino de prepararlos mejor para competir al más alto nivel. “Siempre se dice que el jugador joven debería estar para competir de igual a igual con el extranjero, y no creo que sea así en ninguna parte del mundo. Deberíamos preparar mejor a nuestros jóvenes”, sostiene. Esto implica identificar y trabajar en indicadores clave que permitan a los futbolistas sub-20 alcanzar los estándares de exigencia necesarios para consolidarse en el fútbol profesional.
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