JUEGA CON DT: La Polla El Comercio Copa América USA 2024: ¿Qué selección sale campeón para ti? Juega y predice todos resultados del torneo
2) El ataque peruano no existe, Nonno. Somos trágicamente inofensivos. Urge que el leit motiv de su trabajo de ahora en adelante consista en recuperar, no la capacidad de atacar al rival, sino la convicción psicológica de que hacerlo es imprescindible para ganar los partidos. Hay que volver a ese punto primario de la lección para poder levantar cabeza. Nuestro récord de disparos al arco es una vergüenza solo disimulable gracias a la presencia de Bolivia en el torneo. Hasta Jamaica mira el arco contrario con mayor ambición. ¿Se debe a la capacidad técnica de los delanteros, o la falta de asociación del colectivo? Necesitamos un diagnóstico, profesor. Y de inmediato un remedio. Al menos un paliativo.
Partidos: 3
Goles: 0
Remates al arco: 9
Ocasiones claras por partido: 0.7
3) Es momento de dejar a los históricos en la vitrina del museo. No lo digo por Tapia, Yotún o Advíncula –que tanta falta nos han hecho y que, presuntamente, mantienen el nivel de Rusia 2018–; lo digo por Paolo Guerrero. Cuídelo, Nonno. Cuídelo del reproche de la tribuna, pero sobre todo cuídelo de él mismo; cuídelo de su ímpetu, de sus ganas, de su tozudez para seguir librando batallas que ya no le corresponde librar. Su entusiasmo es válido, pero no guarda relación con la realidad de sus cuarenta años. Ayude al ídolo a salvaguardar su prestigio frente a la comunidad que lo entronizó y aún lo adora. Convóquelo, si quiere, pero sabiendo que su papel es el de motivador simbólico. Que haga las arengas en el túnel, que dirija las oraciones del almuerzo, que cuente chistes en las conferencias, pero que ya no sea titular. Sus limitaciones quedan en evidencia muy rápidamente, y eso le da al rival una preocupación menos; y al hincha, una prueba más de que el Depredador es un suvenir del pasado.
4) Deje de convocar a Carrillo y a Cueva hasta que no vuelvan a ser los de antes (si eso es posible). Es lo más sano. Para los hinchas que conservamos en la memoria un magnífico recuerdo de lo que esos dos hombres hicieron en la cancha, es doloroso –no exagero con el adjetivo– verlos deambular por el campo como si penaran en un castillo. Son fantasmas con pantalón corto. Fantasmas que ya no asustan, que no dan miedo. Sin quimba ni velocidad, Carillo no es Carrillo, es otro, un homónimo, un impostor. Lo mismo sucede con el ‘10′: sin rapidez mental ni posicional, sin potencia ni imaginación, Cueva no es Cuevita. Aladino sin lámpara no es Aladino. Quizá los dos logren volver a encarnar sus mejores versiones, pero mientras tanto, es justo dar oportunidad a otros con más aire, con más necesidad de la gloria que ellos ya saborearon.
Septiembre
vs. Colombia - local
vs. Ecuador - visitante
Octubre
vs. Uruguay - local
vs. Brasil - visitante
Noviembre
vs. Chile - local
vs. Argentina - visitante
5) Concéntrense en buscar un equipo antes que en lograr una clasificación. Es impopular pedírselo, todos queremos ir al Mundial, pero visto el panorama y hechas las cuentas, no hay con qué llegar. Necesitaríamos demasiados golpes de suerte y operaciones matemáticas para considerar que tenemos chance. La Eliminatoria no debería ser una plataforma de ensayos, pero tampoco una oportunidad desperdiciada, así que adelante: pruebe, equivóquese, corrija. Al final, más que la cantidad de puntos acumulados, el (buen) hincha valorará el tener (o no) un equipo con personalidad definida, solidario, resuelto, que muera en su ley. Es decir, todo lo que la selección era y ya no es. El horizonte no es la Copa del 2026, es la del 2030.