El pesista colombiano Oscar Figueroa le regaló a su país la primera medalla de oro en los Juegos Olímpicos Río 2016, tras imponerse en la categoría 62 kilos, donde llegó a cargar un total de 318 kilos.
Al recibir la presea, Figueroa rompió en llanto. No solo por la alegría de haber superado por seis kilos la marca del indonesio Eko Yuli Irawan (plata), sino por los duros momentos que atravesó en los meses previos a la cita olímpica.
Tras ganar la medalla de plata en Londres 2012, el pesista colombiano tuvo que batallar contra una complicada lesión en la espalda, la cual lo obligó a someterse a una operación. Y por si fuera poco, fue condenado a 16 meses de prisión suspendida por presentar una denuncia falsa de robo de automóvil.
“Esto era contra todos: contra mis contrincantes, contra mí mismo. Era un reto personal”, señaló el pesista de 33 años, quien había amenazado con retirarse y ahora pudo escribir su nombre en lo más alto del deporte latinoamericano.