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Esta vez, sin embargo, la preocupación no es exclusiva de los rimenses; toda la afición nacional anda preguntándose si Yotún podrá integrarse a la selección antes del inicio de la Copa América. Algunos periodistas ya lo descartan, otros confían en su recuperación; nunca hubo tanta gente googleando «compromiso ligamentario en la rodilla» (término utilizado por Cristal en el comunicado que el club hizo circular después de la primera evaluación médica).
Todavía queda más de un mes para el 22 de junio, día en que debutamos en la Copa, pero para Perú sería terrible llegar a ese partido sin Yotún en el mediocampo. La frase buenista «nadie es imprescindible» no funciona cuando se trata de nuestra selección, que históricamente ha carecido de una banca con jerarquía y, por lo mismo, ha dependido de la buena salud de sus once titulares, o al menos de los cinco o seis que forman su columna vertebral. Basta que uno de esos pilares se magulle para que decaiga el funcionamiento del conjunto.
Desde hace ocho años, por lo menos, Yotún es uno de esos jugadores. Un imprescindible. Incluso jugando mal es superior a muchas estrellas locales que no terminan de despegar. ¡Cómo lo extrañamos en el repechaje contra Australia en junio del 2022!, ¡Cuánta falta nos hizo! Ahora no nos puede faltar; menos aún contra Chile, que ya ha sufrido en carne propia al mejor ‘Yoshi’; ¿quién no recuerda el segundo gol contra los chilenos en la Copa América del 2019? Centro alto de Carrillo, bajada de pecho de Yotún y zurdazo desde fuera del área, directo al arco, entre Beausejour y Medel. A veces busco esa imagen en YouTube, solo para volver a emocionarme con el tanto y volver a reírme con la celebración.
Es cierto, han pasado cinco años desde entonces, ‘Yoshi ya tiene treintaicuatro, pero lo que ha perdido en agilidad, lo ha ganado en temperamento. Además es zurdo y –por algún misterio que la ciencia no ha explicado convincentemente– los zurdos tienen una pizca adicional de astucia, de ingenio, de predisposición para el gesto épico. En el mundo hay selecciones de fútbol con una larga tradición de zurdos. No es el caso peruano. Es decir, sí, tenemos en la galería a César Cueto, el poeta, el notable, el zurdo mayor. Pero después, ¿quién? Ya, Oblitas, bueno, pero no hay más referentes. Claro, uno siempre podrá elogiar el pie izquierdo de Chemo, del Loco Vargas, del Oreja Flores, de Trauco, incluso el pie izquierdo de Kukín, pero tampoco se trata de bajar el listón con imprudencia. Yotún es un zurdo-crack, un zurdo con recuperación y gambeta, tan preciso como un GPS; un jugador que sabe muy bien qué hacer con el balón tres segundos antes de recibirlo. La jugada previa al gol de Farfán contra Chile, en Lima, por las eliminatorias del 2014 es una clara demostración de lo que acabo de referir (búsquenlo, me darán la razón). Por si fuera poco, Yoshimar es líder, ordena, calma, pone el pecho. Cuando Paolo Guerrero se retire de la selección, solo Advíncula podría merecer la banda de capitán tanto como él.
Lo que quiero decir con todo esto es que, si Yotún no llega a la Copa, seremos un equipo claramente más vulnerable. La cuestión no será cómo reemplazarlo, sino cómo disimular su ausencia con decoro. Si yo fuera Fossati, la verdad, lo llevaría hasta con muletas.
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