ENTREVISTA: Jhonny Baldovino explica hasta donde puede llegar el caso Guerrero
Pasado la 1 de la tarde, el goleador histórico de la selección peruana asomó su cabeza por la puerta número 3 del principal aeropuerto del país. Quiso hablar con la prensa, pero el tumulto lo impidió. Casi de inmediato los hombres encargados de su seguridad fungieron como un cordón alrededor suyo. Ya en la zona de la pista, Paolo se dio un tiempo para saludar a los hinchas, tomarse fotos y firmar autógrafos, antes de subirse al auto que lo esperaba y en el que estaba su abogado, el doctor Julio García.
“No tengo una definición. Vengo para conversar”, fueron sus primeras palabras en una breve charla con “Latina”. Si bien es cierto, el futbolista no tiene intención de ir a Trujillo luego de los mensajes extorsivos que recibió su madre -DT conoció que pidió que la reunión sea en Lima, pese a que el club ya le había comprado pasajes para la ciudad de la eterna primavera-, hay un contrato firmado de por medio que debe resolverse. Por eso el propio Richard Acuña, presidente de César Vallejo, es el encargado de negociar con el delantero y su abogado.
La presencia de Paolo se sintió en todo el Perú, pero sobre todo en Lima y en Trujillo. Ofuscado por la situación, Roberto Mosquera mostró su molestia ante la prensa. Tras el último entrenamiento de su equipo, el técnico afirmó que están a la espera de un ‘9′, pero cuando fue consultado por Guerrero, decidió terminar el diálogo. “Muchas gracias, muy amables”, dijo y se fue.
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Qué se dijo en las reuniones
San Isidro fue el distrito elegido. Pero la mesa tuvo un invitado más. Además de Paolo, Richard y los abogados presentes, también estaba Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol. Fue el propio Guerrero el que le pidió a Lozano ser una especie de mediador, ya que su presencia en los primeros amistosos de la era Fossati en la selección peruana podría verse afectada. “Quien no esté entrenando, no será convocado en marzo”, advirtió hace días el técnico.
Con Lozano en el medio, las dos partes expusieron sus argumentos. Paolo dejó en claro que busca que se entienda que su decisión de renunciar pasaba por un asunto familiar luego de las amenazas recibidas tras la firma de contrato. Pero Vallejo siempre mantuvo su posición de contar con el jugador y para ello le garantizaron que tendrá todas las medidas de seguridad en la ciudad norteña. Los dirigentes de la institución norteña fueron enfáticos en recalcar el proyecto deportivo que se quiere construir sobre la figura del futbolista.
¿Cuándo fue el último partido de Paolo Guerrero?
El delantero nacional no juega desde el 17 de diciembre, día en el que ganó la LigaPro de Ecuador con LDU de Quito en la final ante Independiente del Valle.
Por la noche se reunieron en casa de Doña Peta, madre del jugador, bajo la misma idea: buscar soluciones al tema de las amenazas recibidas desde Trujillo.
La posible disolución de contrato no fue tratada de manera directa, ya que el punto de Vallejo es que se debe cumplir el contrato y le ofrece las garantías para hacerlo. Si Paolo no está de acuerdo, esta historia tendrá nuevos capítulos.