Falta poco para que Chile y Perú se vean las caras en Santiago por las Eliminatorias Sudamericanas. Si bien muchos futboleros esperan que sea un partidazo, hay quienes se mantienen tranquilos, a la espera del pitazo inicial. Resulta que antiguamente, estos partidos solían ser unas "verdaderas batallas", al menos así lo describe Patricio Yáñez, quien es una de las leyendas vivientes del fútbol chileno.
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El 'Pato', como se le conoce, clasificó a un mundial con 'La Roja', fue subcampeón de América en 1979, ganó la Copa del Rey con Real Valladolid y jugó uno de los clásicos del Pacífico con mayor trascendencia en la historia. Por ello, es voz autorizada para opinar del duelo que se viene. El ex puntero derecho de la selección mapocha, habló de todo con Líbero. Palpitó el clásico, recordó anécdotas de los Perú-Chile y también manifestó su verdad sobre la lesión de César Cueto en el clásico de la Copa América del 79, donde se cumplieron 100 años de la Guerra del Pacífico.
¿Qué recuerdos tiene de los clásicos del Pacífico?
Primero tengo que decir que la rivalidad era por la calidad de los jugadores. Nunca puse por delante la bandera. El clásico era Perú porque siempre tuvieron muy buenos jugadores, extraordinarios, en esa época estaban a la altura de Argentina. Entonces enfrentar a Argentina, Brasil, Perú, era una motivación porque enfrentabas a los mejores futbolistas que hay en Sudamérica. Era un honor enfrentarlos, lo viví en la Copa América del 79 y en la repesca de México 86.
Una vez, Eduardo Bonvallet contó que mandaron a lesionar a César Cueto en la Copa América de 1979. ¿Es verdad?
No hubo nada para sacar a un jugador determinado. Eso lo señalo de forma categórica.
¿Y por qué piensa que Eduardo Bonvallet lo dijo?
Puede ser que los mayores lo hayan conversado, porque en ese tiempo yo era un chico que recién había llegado a la selección. Por eso digo que puede ser un tema que lo hayan conversado los más grandes, como: Bonvallet, Caszely, Elías Figueroa, pero sinceramente desconozco aquello. Y te digo más, nunca estuve en una reunión previa a un partido para sacar de mala manera a un jugador. Eso yo nunca tuve conocimiento.
Entiendo, además entre los habilidosos siempre se cuidan…
Sí, de todas maneras, siempre hay una cuestión de distinguir al más habilidoso, pero estar en una dinámica de generar alguna lesión yo nunca lo viví en algún vestuario, ni en Chile ni en España. Siempre la marca dura, ir encima, pero ir hacer algo así, jamás.
¿Llegó a tener relación de amistad con algún jugador peruano?
En algún momento éramos contemporáneos con Uribe, con él alguna vez conversamos, tuvimos una buena relación. Cada vez que nos encontrábamos había un afecto, solo que no existía la tecnología, ahora todo es más fácil.
Antes de jugar los clásicos en Lima, ¿sentía el ambiente hostil?
Yo entendía que era lo que sucedía. Cuando ibas a Colombia, Paraguay, etc, te encontrabas con ese ambiente. La gente hacía de todo, Desde su posición te amedrentaban, no dejaban dormir, pero nosotros nunca pensamos en eso cuando salíamos a la cancha. Entendíamos que era la regla del juego, así se vivía el fútbol en aquella época.
¿Cómo eran esos clásicos?
El nivel de infracciones era terrible. Hoy apenas los jugadores se tocan. Antes eran verdaderas batallas. Se entraba fuerte, era difícil poder jugar los Chile -Perú de los años 70, 80. Hoy se juega con guante blanco. Y me alegro por eso, jaja.
¿En el fútbol de hoy recibiría menos patada? Jaja.
Creo que no recibiría ninguna. Una que otra nomás, jaja. Pero en serio, en aquella época era duro jugar, sobre todo porque no existía el VAR.
A los talentosos le suelen pegar. ¿Pasaba eso con usted en los clásicos?
Sí, yo era un jugador me picaba rápido, me calentaba muy rápido Reaccionaba jugando. Me decía cosas, sí. Pero no respondía con agresiones. Cada payada que recibía sentía que estaba ganando.
A Chumpitaz no llegó a enfrentarlo, ¿verdad?
Yo recuerdo un amistoso con Chumpitaz. También me acuerdo que una vez lo fuimos a visitar, con Elías Figueroa, pero no tengo recuerdo de haberlo enfrentado.
Entiendo, ¿y recuerda los duelos que tuvo con defensores peruanos?
El Panadero Díaz me dejó una marca en la pierna.
¿En serio?
De verdad. Hasta ahora tengo. Fue un buen duelo ese. Me levantó con todo, pero entiendo que es parte del juego. Eran tremendo jugadores los peruanos.
¿Tiene una anécdota del repechaje para México 86?
Ese repechaje me parece que lo ganamos con gol de Jorge Aravena, en Lima. Me acuerdo que me dieron una patada fuerte que me tuvieron que atender. Cuando me atendieron en el estadio Nacional me sacaron en camilla porque pensaba que estaba haciendo tiempo. Pero en realidad me dolía. Entonces como pensaron que estaba haciendo tiempo, los de la camilla me soltaron y mi espalda se chocó con el borde del cemento de la pista ceniza que había en el Nacional. Fue bastante fuerte porque en ese tiempo había ceniza en la pista del Nacional.
¿Es para elogiar o para preocuparse que Vidal y Paolo Guerrero sigan siendo piezas claves en sus selecciones?
Es un elogio primero de los que son los dos jugadores con una gran trayectoria, son jugadores que en estos momentos no tienen reemplazante, jugadores que marcaron muchos años en selección. Así que pienso que es un elogio y a la vez una preocupación que en definitiva no aparezcan otros jugadores de ese nivel, porque son futbolistas demasiados especiales, de esos que salen de vez en cuando.
¿Qué opina del partido que se viene con la Selección Peruana?
Sí va a ser muy complicado porque son selecciones de recambio, que de alguna manera se hacen fuerte en lo colectivo, tal vez no tanto en lo individual, pero son duelos muy apretados, parejos, partidos con una rivalidad clásica. No va a ser fácil para Chile, pero las cuentas que sacamos es que tenemos que ganarle a Perú y Venezuela para irnos metiendo en el sexto o séptimo puesto que es al cual aspiramos.
Son rivales directos...
Es nuestra realidad. Perú acá y Venezuela allá es complicado. No es un partido fácil, queremos ganarlo por supuesto, al igual que Perú seguro que quiere hacerlo, pues quieren sacar provecho también de nuestra situación.
Usted dijo en ESPN que quieren mucho con poco, ¿a qué se refería?
Me refería a la selección Chilena, hay varios que ya no están, se mantienen jugadores de la generación dorada. Por ejemplo Medel sigue siendo un jugador importante, a Vidal le cuesta cada vez más, Aránguiz estuvo lesionado, volvió y jugó poco. El tema es el recambio y el recambio no ha tenido el desarrollo que se podía esperar. Entramos a jugar un campeonato de cinco, donde tenemos que disputar ese medio cupo con Paraguay, con Perú, con Venezuela y con Chile.
¿No están para más?
Esta selección no está para apuntar con Ecuador, Colombia, Uruguay y menos con Argentina y Brasil. Ahora derechamente hay que apuntar a ese cupo y medio. El sexto y séptimo y lugar.
Perder con Perú por primera vez en Santiago por las eliminatorias, ¿Es motivo de despedir a Berizzo?
Yo creo que al menos este año no hay movimiento, si lo hay será al terminar este año los partidos de clasificatoria. Pero sí perdería mucho respaldo, crédito.
Tiene bastante tiempo en el periodismo, ¿verdad?
Ya son bastantes los años que llevo yo en las comunicaciones, me retiro en el 94 y en el 95 comencé a trabajar en las comunicaciones y de ahí en adelante no he parado. Tuve la oportunidad de estar en los Juegos Olímpicos de Sidney, también he ido a mundiales.
Los jugadores muchas veces tienen diferencias con la prensa, ¿con usted pasó eso cuando era jugador?
Lo que pasa que siempre tuve una buena relación con los periodistas. Por una cuestión sencilla, a mí me servían los contactos porque era consiente que los iba a necesitar en mi carrera. Para mí siempre fueron un brazo dentro de mi carrera, me refiero a tener una buena relación con los periodistas. Siempre respeté la profesión de ustedes.
¿Y qué opinaron sus ex compañeros cuando se metió al periodismo?
Tuve muchos problemas con los excompañeros, con los jugadores contemporáneos míos tuve diferencias.
¿Por qué?
Porque no aceptaban la critica que yo hacía. Con el periodista entendí el rol y rápidamente me quité la camiseta y me puse corbata, chaqueta, para ser analista y comentarista. Sabía que iba a ser duro y así fue. Suelo marcar la diferencia entre lo que es la objetividad y lo que es el deseo y optimismo de la gente.