El tema del manejo creativo de Roman Reigns ha sido tratado hasta el cansancio. Compañeros, leyendas y periodistas han dado opiniones por igual, casi todas apuntando a que el actual Campeón Mundial de Peso Completo WWE es una buena Superestrella que ha sido afectada por un mal manejo creativo. Esta columna irá por la misma línea, pero se centrará en dos sucesos menores de esta semana que muestran el absurdo de tener a Roman Reigns como técnico.
El primero de estos sucesos tuvo lugar en Monday Night Raw. Allí, tanto Reigns como su retador Seth Rollins estuvieron ausentes. En su lugar se presentaron videos con la perspectiva de cada uno sobre su historia conjunta y su próximo encuentro en Money in the Bank. Tras ver los videos, la reacción mayoritaria en redes sociales fue “¿por qué debería apoyar a Roman Reigns y no a Seth Rollins?”
En primer lugar vimos la perspectiva de Seth Rollins de esta rivalidad. Lo que vemos al principio del video es a Seth Rollins, el personaje, vemos al rudo detestado y luego lo volvemos a encontrar al final, pero lo importante es lo que ocurre en los minutos del medio. Vemos al niño Seth Rollins soñando con ser luchador (como en los mejores videos de John Cena), vemos al hombre Seth Rollins luchando duro hasta alcanzar su sueño y luego lo vemos perderlo. Incluso tenemos a un Seth Rollins tras su cirugía, visiblemente bajo el efecto de los medicamentos, que sólo piensa en regresar y reclamar su título. Al final, el efecto producido es de empatía hacia Seth Rollins, que se trate de un rudo pasa a segundo plano, incluso está justificado.
El efecto debería ser disminuido por la versión de Roman Reigns, pero no es así y esto se debe en gran parte a que en la versión de Roman escasea la profundidad que tiene la de Rollins. El argumento del video gira en torno al personaje, a lo que ocurre en las pantallas, no conocemos a la persona y, por tanto, difícilmente sentiremos empatía por su batalla. De hecho, es Roman el personaje quien es odiado, salvo algunos ataques irracionales, los aficionados no tienen nada en contra de Roman la persona. Aquí, Seth Rollins debería aparecer como el villano, pero Rollins acababa de justificar sus acciones hace apenas unos minutos.
En la lógica de los dos videos, Seth Rollins deja claro que no tiene nada en contra de Roman, sólo hace lo que debe por motivos profesionales, por cumplir su sueño. Es Roman Reigns quien ataca a su rival y lanza ofensas contra él.
Entonces, de nuevo, ¿por qué deberíamos apoyar a Roman Reigns y no a Seth Rollins?, pues al parecer, según lo visto en Raw, no hay ningún motivo. Aquí, el equipo creativo logró el efecto opuesto al esperado, de hecho, lo hizo de tal manera que hasta parece a propósito.
Ahora vamos con el segundo suceso de la semana, este mucho más fácil de entender que el anterior. Sólo hace falta ver el siguiente Top 10, publicado en la mañana del sábado:
No sólo tenemos un video con omisiones casi groseras, como el “Yes! Yes! Yes!” de Daniel Bryan o el “I’m the best in the world at what I do” de Chris Jericho, que realmente marcaron una época en WWE, sino que en el primer lugar tenemos a Roman Reigns y una frase que, seamos honestos, ha sido un fracaso.
El “I’m not a bad guy…” pudo haber sido interesante la primera vez que lo oímos, la noche tras WrestleMania 32, pero con cada repetición se vuelve más y más tedioso. A fin de cuentas, el mejor indicador del éxito de una catchphrase es que, como su nombre en inglés lo indica, atrape al público, y esta no hace sino repeler.
Claro, el video en sí es irrelevante, pero sirve como ejemplo a pequeña escala del proceso por el que se empuja a Roman Reigns. Básicamente, se quiere meter al samoano por los ojos a los aficionados, pero esto no ha funcionado en absoluto. Aunque se equivoque, aunque a veces parezca hipócrita, aunque a veces se deje llevar por el criticismo irracional, el público tiene su criterio y es respetable y deseable que así sea.
De hecho, podríamos citar un suceso más de esta semana, aunque este quizá haya sido producto de la improvisación. Es Monday Night Raw, AJ Styles y John Cena tienen una disputa verbal y Cena quiere dejar clara su posición de superioridad sobre su rival, ahí surge esta frase:
¿No pudiste con Roman Reigns y ahora buscas pelea con John Cena?
El contexto, el tono, dan cuenta de que el mensaje debajo de todo esto es “Roman Reigns está por debajo de John Cena” y es que, aunque no fue dicho de manera explícita, el significado quedó bastante claro y es posible que no hubiera agradado tras bastidores.
Estos dos incidentes, que resultaron siendo tres, simplemente nos llevan a concluir, apenas basados en lo que pasó esta semana que Roman Reigns no está siendo bien construido como técnico, está siendo promocionado de manera burda y no está siendo reconocido en la posición de líder del elenco. Nada que no sepamos, pero a estas alturas resulta sorprendente que semana a semana sigamos encontrando muestras de ello.
¿Cuál es la solución? En este punto, es difícil que algo funcione, pero si Roman está fracasando a los ojos del público como técnico, un paso al bando de los rudos podría ser lo mejor para renovar su personaje… o no.