Un cambio en la estructura del mando de jugadas ofensivas apunta a ubicar al quarterback de Dallas entre los de menor porcentaje de intercepciones
FRISCO -- Dak Prescott tiró su último pase significativo hace más de 200 días, durante la derrota de los Dallas Cowboys en la Ronda Divisional de los playoffs ante los San Francisco 49ers.
En los siete meses que han transcurrido desde entonces, las 15 intercepciones en 12 partidos de temporada regular para Prescott en la campaña regular del 2022 --junto a dos más en la postemporada-- han sido un tema constante de conversación. No parece importar que durante sus primeras seis campañas, Prescott nunca tuvo más de 13 intercepciones, ni un porcentaje de intercepciones por arriba del 2.7 por ciento.
No importa que tiró 23 pases de touchdown en esos 12 encuentros, ni que ganó ocho de sus 12 inicios, con dos derrotas ocurriendo en el tiempo suplementario, incluyendo una gracias a un pase dejado caer que fue devuelto para el touchdown de la victoria ante los Jacksonville Jaguars.
Prescott sabe lo que viene.
"Somos el punto del debate", notó Prescott durante un descanso de su campamento de fútbol americano infantil, a mediados de julio. "Cuando buscas algo de qué hablar, es lo primero a lo que vas. Como he dicho antes, sé quien soy".
Y Prescott, quien se perdió cinco partidos de la temporada pasada con un pulgar fracturado, sabe también que el 2023 es importante. Está por comenzar su octava temporada como el quarterback titular de los Cowboys. A menos de una semana de comenzado el campamento de entrenamiento, cumplirá 30 años de edad. Le restan dos años de contrato, y aunque ha habido discusiones en torno a una posible extensión, no han llegado negociaciones a profundidad, todavía, entre las partes.
Existe urgencia.
"Digo 1,000 por ciento, y no solamente las lesiones, comprender lo que he pasado a lo largo de mi carrera", manifestó Prescott. "Comprender el tiempo. No tienes para siempre para practicar este deporte".
Prescott trabajará en un nuevo esquema por primera ocasión en su carrera bajo el head coach Mike McCarthy y el coordinador ofensivo Brian Schottenheimer. Tendrá algunas similitudes a lo que emplearon los coordinadores ofensivos Scott Linehan y Kellen Moore desde el 2016 al 2022, combinado con el historial en la "West Coast Offense" de McCarthy. Prescott y los quarterbacks han bautizado como "Texas Coast" la combinación de ofensivas.
"Ciertamente no necesita ser arreglado", dijo Schottenheimer de Prescott. "No hay duda de eso. Es tipo es un gran jugador ... digo, va a salir allá y va a competir, 'Puedo hacer ese lanzamiento'. Simplemente tiene que entender situaciones de juego y oportunidad y distancia, y todas esas cosas, limpiar algunas de las decisiones que sabe que el año pasado arruinó".
No es la primera ocasión en que Schottenheimer ha debido trabajar con la toma de decisiones de un quarterback.
"Una de mis primeras experiencias como coordinador fue con los Jets, 2008, y estaba dirigiendo a Brett Favre. Ustedes han visto a Brett jugar. Forzaba el ovoide en tráfico. Había como tres tipos esperándolo, y uno de los tres lo iba a atrapar. Regresaba y le decía, 'Amigo, ¿qué estás haciendo?'. Y él me respondía, 'Sí, sí, sí, mi error'. Yo le decía, 'Muy bien. Todo bien'. Me levantaba y me iba, y todavía me respondía, 'Ey Schotty, puedo hacer ese lanzamiento, he. Todavía puedo hacer ese lanzamiento'. Le decía, 'Amigo, ese no es el punto. Sí, lo puedes hacer. Puedes hacer ese lanzamiento, a veces'.
"Así que hay un poco de ese espíritu competitivo. Estos tipos, todos tienen eso. De nuevo, Dak ama algunas de las cosas que estamos haciendo desde el entrenamiento en el trabajo de pies y el tiempo y algunas de las cosas de ritmo, atando las rutas a sus pies. Esperamos que tenga un gran año".
La primera temporada de McCarthy como head coach de los Green Bay Packers llegó después de que Favre liderara a la NFL en intercepciones con 29 en el 2005. En el 2006, Favre lanzó 18 intercepciones a pesar de tirar seis intentos de pase más. Desde el 2008 al 2018, Aaron Rodgers tuvo más de 10 intercepciones en una campaña dos veces. Acumuló el menor porcentaje de intercepciones en la NFL en cuatro ocasiones.
"La gente no lanza tantas intercepciones en el juego de hoy", declaró el quarterback miembro del Salón de la Fama, Troy Aikman. "Si lanzas doble dígitos, es alarmante.
"Personalmente, no estaba preocupado [por las intercepciones] y no creo que los Cowboys lo estén, tampoco. Y, espero que Dak no lo esté, porque a la gente le gusta decir que cada intercepción tiene una historia propia, lo que es verdad, pero no creo que Dak haya sido temerario con el ovoide".
Prescott ha iniciado 97 encuentros de temporada regular y cinco partidos de playoffs. Tiene 61 triunfos y ha liderado a los Cowboys a los playoffs en cuatro oportunidades, con dos victorias de playoffs. Posee la marca de la franquicia en pases de touchdown en una campaña (37). Es segundo en envíos de touchdown detrás de Tony Romo y tercero en yardas por pase detrás de Romo y Aikman en la historia de los Cowboys.
Recientemente, ESPN encuestó a ejecutivos, coaches, scouts y jugadores de la liga para ordenar a los mejores 10 jugadores en 11 posiciones diferentes, y Prescott se ubicó noveno entre los quarterbacks después de llegar décimo en el año previo.
"Cuando la imagen cambia, él sufre", dijo un head coach. "Siempre ha sido así".
Un scout de la NFC señaló, "Simplemente no lee bien", y "necesita tipos a su alrededor", al tiempo que añadió que Prescott pareció forzar las coas luego de volver de su lesión de pulgar. Otro coordinador ofensivo se preguntó si confiaba demasiado en sus receptores.
Otro más añadió, "Es un tipo con el que puedes ganar. No me preocupan las intercepciones porque ese no ha sido su modus operandi".
Un ex director de personal opinó, "Está más en la categoría de [el quarterback de los Minnesota Vikings, Kirk] Cousins, donde requiere ayuda".
La forma en que llega la ayuda de los Cowboys para Prescott esta temporada es con la adición del receptor abierto Brandin Cooks vía un canje con los Houston Texans, y el regreso a la salud del receptor abierto Michael Gallup. También, esperan que un grupo de alas cerradas compuesto por Jake Ferguson, el novato de segunda ronda Luke Schoonmaker y Peyton Hendershot puedan compensar lo que previamente hacía Dalton Schultz, antes de firmar para los Texans.
Pero, la mayor ayuda llegará copn el cambio que viene con McCarthy.
"Hay varias cosas en ello, cuando tratas de mejorar, en las que puedes trabajar, y en este caso, si quieres ocuparte de las intercepciones, puedes tocar la protección de pase", comentó el propietario y gerente general Jerry Jones. "Puedes tocar ciertos aspectos del juego terrestre. Puedes tocar, ciertamente, saliendo del backfield [las] rutas, las rutas más cortas, y puedes tocar cuánto del campo intenta cubrir tu quarterback en una jugada dada. ... Todas esas cosas deben, potencialmente, adherirse a desprendimientos más veloces, lo que nos da una mejor oportunidad de bloquear al frente".
La historia de McCarthy con los se remonta a Joe Montana y los Kansas City Chiefs en 1995. En el 2003, cuando fue el coordinador ofensivo de los New Orleans Saints, Aaron Brooks logró el menor porcentaje de intercepciones de la NFL. Por 13 campañas en Green Bay, dirigió a Favre y Rodgers.
Cuando McCarthy llegó a los Cowboys en el 2020, retuvo a Moore en el mando de jugadas creyendo que era lo mejor para el desarrollo de Prescott. Ahora, McCarthy regresa al rol en el que se siente más cómodo, y cree que será lo mejor para Prescott.
"Amo el modo en que hemos retado mentalmente a Dak y, sobre todo, amo en modo en que lo ha atacado", confío McCarthy. "Yo no diría que no sabía de él, pero pienso que es justo como todos nosotros, realmente no sabes hasta que sales allá y empujas y fuerzas. Creo que ha lidiado con estos cambios y ajustes y retroalimentación realmente bien ... Quiero quarterbacks inteligentes, calibre Salón de la Fama, y el único modo para llegar allí es hacerlos apropiarse de la ofensiva, y ustedes lo ven".
¿Cómo? Por las preguntas que hace en las salas de reuniones y las direcciones que manda sobre el campo. Durante las sesiones de lecciones, Prescott preguntó qué deseaba llamar McCarthy ante una formación específica. McCarthy dijo que dependía de Prescott. Después de la primera actividad organizada de equipo, McCarthy pidió a Prescott deshacerse de las cosas que no le gustan. Prescott lo hizo.
Cuando comience el campamento de entrenamiento, el proceso toma otro paso, y la esperanza es que, para el 10 de septiembre, cuando los Cowboys abran la campaña regular en contra de los New York Giants, el head coach y quarterback estén tan conectados que uno sepa exactamente lo que desea el otro
Y, el total de intercepciones disminuya.
"Estoy siendo desafiado", admitió Prescott. "Estoy siendo retado en modos que quizás no había ocurrido antes, pero es genial".