- ¿Quién es, cómo juega y qué se movería en la pizarra de Nunes con Nicolás Pasquini en Cristal?
Mucha gente no recuerda que fue testigo del crecimiento de Cueva desde sus inicios en San Martín… ¿Cómo era él en esa época?
Christian era un chico que en ese momento venía desde el interior del país y siempre trataba de mejorar. Era un jugador que siempre escuchaba, pero indudablemente se sentía un poco solo porque se había alejado de su familia. Con el tiempo fue mejorando y llegó hasta donde llegó.
¿Era un jugador díscolo en esa época?
No era difícil de controlar en ese entonces. Él era el más chico de ese plantel, y por esa razón siempre se sintió como el niño mimado del equipo. Y se sentía muy protegido, sobre todo por los jugadores más grandes, recuerdo que estaban Leao Butrón, Fernando del Solar, Pedro García, entre otros. Allí no era un muchacho díscolo, escuchaba mucho y le interesaba aprender. En ese momento, no se evidenciaba que podía tener los problemitas que tuvo después.
¿Tiene comunicación con Christian en el último tiempo?
En esta última etapa, sobre todo desde que regresó a jugar a Lima, no he tenido acercamiento con él. Pero él sabe que siempre puede contar conmigo. Porque tuvimos una muy linda relación en San Martín.
¿Qué opinión le merece su actualidad? Esta reciente falta de indisciplina en Alianza Lima…
A mí me golpea todo lo malo que le pueda suceder a él. Pero hace mucho tiempo que Christian no encuentra un lugar, algo que lo satisfaga. Hay que entender que uno es el culpable de lo malo que hace, uno culpa siempre al entorno, y el que hace y decide siempre es uno mismo. Yo no creo que el entorno perjudique, uno busca el entorno que uno quiere. En ese sentido, me parece que Christian siempre está en el ojo de la tormenta, desde que estuvo en México, Brasil, Rusia, y eso habla un poco de cómo se terminó formando su personalidad.
¿Cree que el hecho de estar en Lima le hace daño?
Yo creo que él ya vino con el problema desde Arabia Saudita, y no lo pudo resolver en Alianza. Es una pena porque es un jugador que todavía tiene muchísimo para dar a sus 31 años. Él tiene que sacarle provecho a su talento y dedicarse por completo al fútbol, que siempre fue su vida.
Mencionó algo importante que Christian era el “niño mimado” de San Martín. ¿Él necesita siempre sentirse arropado, importante, como pasó con Ricardo Gareca en la selección?
Yo creo que sí. A veces las personas necesitamos eso, quizá de chicos no tuvimos a esa persona que nos cobijó. Y quizá eso le pasa factura a él hasta el momento. Él estuvo mucho tiempo fuera del país, quizá no se sentía protegido, sentía que no es útil y todas esas cosas suman a que uno cometa errores.
Si fuera Juan Reynoso, ¿Cueva estaría dentro de su lista para jugar con Paraguay en setiembre por Eliminatorias?
A mi parecer, en Alianza Lima no acertaron con él, sobre todo con el tema de que tenía que llegar, jugar, ponerse en forma. Estamos hablando de Cueva. Creo que no tuvo los minutos que debió tener. Partiendo de que llegó a un equipo donde quizá no tenía espacio. Yo hubiese cambiado eso. Darle la responsabilidad y que pueda jugar los noventa minutos y ser el líder del equipo.
¿Qué consejo le daría a Christian?
Yo le diría que disfrute lo que haga, que se comprometa con él mismo, eso es importante. Que tenga el desafío de hacer lo mejor que sabe, jugar al fútbol, él es muy talentoso, puede hacer que Alianza disfrute junto a sus compañeros. Como siempre lo digo, Christian necesita ser feliz en un campo de juego. No lo veo ahora con ese semblante, el que quiere llevarse el mundo por delante, queriendo jugar, eso me llama la atención. Ojalá que eso cambie.
¿Podrá volver a ser útil en la selección?
Sí, Reynoso es un técnico que lo va a proteger, le va a enseñar un montón de cosas que lo van a ayudar a que se encarrile nuevamente y vuelva a ser el Christian Cueva que todos extrañamos.
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