El miembro del Salón de la Fama de WWE, Bret “The Hitman” Hart dio una nueva actualización del estado de su recuperación con alentadoras noticias.
Como informamos con anterioridad, Hart fue diagnosticado con cáncer de próstata, y semanas atrás se sometió a una cirugía para tratar la enfermedad.
En aquel momento los resultados fueron positivos, y ahora Hart, de 58 años, concedió una entrevista con el sitio WWE.com donde dio nuevas luces de su proceso de recuperación.
¿Cómo te sientes ahora?
En realidad me siento muy bien. Todavía estoy un poco adolorido en la zona abdominal, donde tengo cinco perforaciones del tamaño de un lápiz en mi estómago, que hacen que sea un poco difícil sentarse.
La incisión que hicieron fue bastante pequeña, sólo de una pulgada y media a dos pulgadas de largo. En comparación con otras cirugías, puede volver a estar de pie bastante rápido.
Me dieron el visto bueno de mi médico y ahora debo tener una recuperación suave y constante durante los próximos meses.
No puedo levantar nada de más de 10 libras. Todo lo que puedo hacer es estar sentado por ahí. Gracias a Dios existe WWE Network. He estado viéndolo bastante.
¿Cuándo te diagnosticaron de cáncer de próstata y qué tan pronto luego de eso tuviste tu cirugía?
En los últimos años siempre me he realizado chequeos generales y exámenes físicos. A mi edad debes estar revisándote constantemente, y por suerte lo hice, ya que en el 2013 me detectaron altos niveles de PSA (antígeno prostático específico) y me ordenaron hacer una biopsia donde descubrieron que tenía cáncer de próstata.
Los doctores dijeron que era un cáncer de lento crecimiento y me pusieron en “vigilancia activa”, me repitieron la prueba PSA y me hicieron otra biopsia.
En junio de 2015 mis niveles de PSA se duplicaron y otra biopsia reveló que el cáncer empezaba a crecer más rápido.
Luego de consultarlo con mi doctor, se decidió hacer una prostatectomía robótica el 10 de febrero. No hubo apuro en ello.
¿Y qué hiciste mientras llegaba la cirugía?
Mi doctor me hizo énfasis en la importancia de estar en la mejor condición posible, así que en ese tiempo me dedique a entrenar y ponerme en forma, sobre todo en los últimos meses donde trabajé en mi cardio en mi bicicleta estática.
Me preparé física y mentalmente de la mejor manera.
¿Tuviste alguna preocupación?
Pueden haber muchas complicaciones, pero puse toda mi fe en los médicos. Ellos son cada vez mejores y mejores en este tipo de cirugías, y yo elegí la cirugía robótica en la que el cirujano trabaja a través de un ordenador y retira cuidadosamente la próstata sin afectar a tantos nervios como sea posible. Una vez que eliminan la próstata, que para la mayoría de los hombres es del tamaño de una pelota de ping pong, tienen que coser todo de nuevo.
¿Qué tan agotadora fue la cirugía para ti?
Todas las cirugías son difíciles.
Yo estaba mental, emocional y físicamente preparado para la cirugía, y me sorprendí cuando tres días después me dijeron que podía irme a casa.
Tuve que regresar a casa con un catéter que usé durante dos semanas, pero aparte de eso, y del dolor abdominal, me siento bien.
Es difícil moverse, toser o estornudar. Siento como si estuviera en una pelea de cuchillos con el Mr. Fuji y hubiese perdido. Pero al mismo tiempo he tenido una recuperación positiva.
¿Cuándo decidiste hacer público tu diagnóstico?
Tuve muchas reservas acerca de decir algo sobre mi diagnóstico. Realmente contemplé no decir nada en absoluto.
Cuando finalmente tomé la decisión de decirlo, esperé diez días antes de la cirugía para anunciarlo.
No quería que la gente me llamará a preguntarme sobre mi condición, o que toda la atención se centrara en mi por tanto tiempo. Hubiese opacado la noche de Acción de Gracias, la Navidad y la boda de mi hija.
Le gente de todas formas se iba a enterar de alguna o otra manera, así que podía hacer algo bueno y arrojar algo de luz sobre la torpeza de hablar de ello.
También pensé en la gran cantidad de hombres que escucharían sobre mi caso, y en las estadísticas que dicen que uno de cada 28 hombres mueren por cáncer de próstata, y que uno de cada siete va a desarrollarlo por lo menos.
Hay muchos hombres por ahí que están en mis zapatos, pero que ni siquiera se atreven a chequearse. Así que simplemente decidí hacer lo mío público.
Aquí en Canadá ha resultado en un gran número de hombres yéndose a examinar. Creo que es una enfermedad de la que la mayoría de los hombres se muestra recio a hablar o ir al médico a examinarse, sin mirar las estadísticas y las probabilidades que hay de tener cáncer de próstata.
Creo que fue bueno hacerlo público.
¿Estás libre de cáncer ahora?
Bueno, siempre hay una posibilidad de que regrese, pero parece que el cáncer ha sido contenido.
Ahora me tengo que revisar cada tres meses durante los próximos años, eventualmente siendo una vez al año, y en unos diez años me pueden decir que estoy libre del cáncer por siempre.
¿Tienes algún mensaje para los fanáticos?
En última instancia espero que mi voz sea escuchada por los hombres y haga que vayan a revisarse y salvar algunas vidas en los próximos años.
No hay síntomas de cáncer de próstata. Si yo no me hubiese ido a revisar no me hubiese dado cuenta de que tenía.
Y ahí es donde los hombres se equivocan, porque dicen “¡Oh, me siento bien! Así que no tengo porque revisarme”, y si me pasó a mi, un hombre físicamente activo y saludable, cuyo padre vivió hasta los noventa, le puede pasar a cualquiera.
Es muy fácil revisarse, incluso mediante pruebas de sangre, y cualquier hombre en sus cincuenta, cuarenta o incluso más joven debe revisarse.
El cáncer de próstata se puede manifestar y hacerse más grande con el pasar de los años, sin uno darse cuenta, y para cuando te revisas puede ser muy tarde e incluso el cáncer esparcirse por el resto del cuerpo.
La detección temprana puede significar la cura. Si te das cuenta temprano puede tratarse, curarse, y vivir una vida normal.