Después del tremendo éxito que fue el regreso de Shane McMahon a WWE, se esperaba que la respuesta del Undertaker a la petición de Vince McMahon para que enfrentara a su hijo fuera, al menos, intrigante. Vamos, que su respuesta durara siquiera lo que dura su entrada al ring y no dejara al público con la sensación de “¿Qué? ¿Eso fue todo?”.
Las críticas a este segmento han sido muchas, incluso las de un ex escritor de la compañía llamado Andrew Goldstein, quien trabajó guionizando Smackdown en 2006 en conjunto con el actual creativo de Lucha Underground, Christopher DeJoseph.
Goldstein, quien actualmente es escritor para MTV/Viacom, dijo a través de su cuenta de Twitter:
Apart from initial surprise of Shane's return, rest of story has lacked logic/specifics. Basically its been like one, long Trump speech #RAW
— Andrew Goldstein (@AngeGold) March 1, 2016
“Aparte de la sorpresa inicial que representó el regreso de Shane, al resto de la historia le ha faltado lógica y dirección específica. Básicamente ha sido como un largo discurso de Donald Trump.
“¡Por Dios, WWE! Tienes un trabajo que hacer: Explicar por qué demonios el Undertaker tendría que aceptar la oferta de Vince. En vez de eso, tuvimos melodrama sin impacto. ¡Fail!
“La historia de Vince, Shane y el Undertaker, hasta ahora, está acercándose a los niveles de Nash y Punk en cuanto a lo malo e ilógicamente explicado”.