La metamorfosis de Reynoso: rotaciones, el estilo nato defensivo y la prioridad en el ataque de sus equipos

Ya sea porque fue un exitoso defensa central o tal vez la influencia de la Italia de Marcelo Lippi, a la que analizó en sus pininos durante un mes en la Copa del Mundo de Alemania 2006, Reynoso aplicó dichas características mencionadas a la mayoría de sus equipos, las cuales lo han llevado a conquistar siete campeonatos en su palmarés, siendo los dos últimos en el extranjero con la ‘Máquina’, donde acabó con una sequía de 23 años sin alcanzar la gloria. “¿Qué es ser ratonero? ¿Quién tiene la autoridad, los títulos ganados o la receta para decir quién es ratonero?”, agregó.

Pero, ¿en verdad es un técnico tan defensivo? En el papel, Reynoso llegaría con una apuesta muy diferente a la de Ricardo Gareca. Es cierto que él valora muchísimo el aspecto defensivo, pero los goles de sus equipos, o la intención de peligro al arco rival, llegan por varias vías: atacando de contragolpe, por medio de balones largos, prioridad a los extremos abiertos y veloces, salteando líneas y buscando al ‘9′ de referencia, incluso, con dos puntas como su etapa con la ‘Máquina’. Ese abanico concluye que, a lo largo de su carrera, los clubes que dirigió nunca carecen de gol. Ahora, en base a estadísticas, lo vamos a comprobar en los equipos donde dejó huella y títulos.

• ¡Goles a montón! Cada vez que completó un torneo como entrenador, Reynoso siempre tuvo un balance muy favorable de diferencia de goles.

La ‘Máquina’ estuvo imparable

En muchos duelos, en su año y cuatro meses al mando de Cruz Azul, Reynoso no se sonrojó para replegarse, esperar en su área y salir rápido a la contra, esa tal vez esa fue su especialidad y el motivo por el que se ganó –como lo mencionamos– el apelativo de “ratonero” por parte de la prensa azteca. Sin embargo, al mirar las estadísticas, notamos que este plan le funcionó a la perfección: ganó dos títulos con los ‘cementeros’. Asimismo, tuvo un balance muy favorable de diferencia de goles: 94 a favor y 71 en contra. Es más, en el Clausura 2021, el año del campeonato liguero, el uruguayo Jonathan Rodríguez fue el tercer máximo anotador del torneo, con nueve dianas.

“El Cruz Azul de Juan Reynoso, sobre todo, se caracterizaba por trabajar arduamente en la línea defensiva buscando siempre superioridad numérica a la hora de defender. Casi siempre empleó el 4-1-4-1 o el 4-4-2. Saltaba las líneas para evitar la presión y así tomar mal parado al rival. Al momento de atacar lo hacía de manera contundente, con velocidad y transiciones rápidas. Eso sería lo que veamos a partir de ahora en la selección peruana”, aseguró Julio Ibáñez, periodista de TUDN México y quien siguió de cerca el proceso del ‘Cabezón’ con los ‘cementeros’.

‘Dominó’ el arco rival

Reynoso tuvo etapas con un juego más ofensivo, como en sus casi cuatro años en Melgar, donde asumió protagonismo principalmente en la altura de Arequipa. La velocidad de sus extremos, defensa sólida y polifuncionalidad eran claves para él. Por ejemplo, su Melgar campeón del 2015, con 51 tantos, fue el segundo equipo más goleador de ese año, solo por detrás de Sporting Cristal (68). Ysrael Zuñiga (19) y Bernardo Cuesta (12) fueron los máximos artilleros rojinegros de esa campaña.

La cara visible de Melgar era la de un equipo ordenado, bien parado y con experiencia. Su otro rostro tenía que ver con los detalles exclusivos de Reynoso: uno de ellos, la estricta rotación en su plantel, la cual concluyó en un dato increíble. El ‘Cabezón’ nunca repitió equipo en los 51 partidos que disputó el ‘Dominó’, por ejemplo, en 2016, el año del subcampeonato que perdió ante Sporting Cristal: 45 por el torneo local y seis por Libertadores.

La estadística es absoluta. Y quiere decir que Melgar presentó 51 alineaciones diferentes en la temporada. O cambiaba el arquero y la defensa, o la volante y la delantera. Lo del técnico casi parecía un ejercicio de combinaciones matemáticas. Por eso, para los rivales del ‘Rojinegro’, por esa época, Melgar resultaba muchas veces indescifrable en la previa de los duelos. Y la única certeza que existía para los adversarios es el grupo de jugadores que más alternó: Nilson Loyola, Bernardo Cuesta, Minzum Quina y Omar Fernández, sumando torneo local e internacional.

Una crema sabrosa

Si algo caracterizó al ciclo Reynoso en la ‘U’ fue su solidez defensiva: en las finales nacionales de 2009 le ganó por 1-0 ambos partidos a su archirrival Alianza Lima, mientras que se fue eliminado de la Copa Libertadores 2010 ante Sao Paulo en octavos de final sin encajar goles, solo superado en tanda de penales. Las rotaciones eran claves en aquel equipo, que siempre priorizó el 4-4-2 clásico.

Al final de su periplo en la ‘U’, Reynoso se fue con 60.0 % de efectividad en 81 partidos entre Descentralizado y Libertadores, un campeonato nacional y una clasificación a octavos de la Copa a cuestas. Al parecer, su estilo llegó a calar y los resultados hablaron por sí solos.

Un ‘Bolo’ fijo al título

Desde 2007, en su estreno como DT en Bolognesi, las rotaciones ya eran un tema común dentro del trabajo de Reynoso. En toda su experiencia en Tacna nunca repitió un once titular en partidos consecutivos. Era un equipo con muchos jóvenes, de juego directo, físico y que contaba con la cuota de experiencia de Paul Cominges, su pieza clave, para ganar el Clausura de aquel año.

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