Perú fue elegido como el país anfitrión que albergará el Campeonato Mundial Sub17, una competición estelar que reunirá a las 24 mejores selecciones de la categoría en un torneo organizado por FIFA. Este gran honor también conllevará una gran responsabilidad: el proyecto deberá llevarse a cabo acorde a los estándares internacionales.
A raíz de esto Jaime Yarza, director de torneos FIFA, llegó a nuestra capital hace unos días. Se reunió con Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol, el Instituto Peruano del Deporte, el Ministerio de Economía y Finanzas e incluso con el presidente de la nación, Pedro Castillo. El objetivo: establecer los pasos a seguir en la organización del torneo. “Hay una total sintonía entre todos los involucrados en cuanto a lo que se quiere lograr para este campeonato”, declaró Yarza.
Sin duda, el reto mayor y, por ende, el riesgo principal es la infraestructura, pues exige la renovación y la reconstrucción de los estadios donde se desarrollará el mundial, así como las canchas y campos de entrenamiento. “El plan que ha elaborado el IPD nos ha gustado mucho, es muy pragmático a la hora de buscar soluciones para estadios existentes y campos de entrenamientos que realmente beneficien al deporte peruano en el futuro”, agregó el director de torneos FIFA.
Como lo confirmó, serán cinco sedes y cinco estadios los escenarios de esta competición: Lima, Callao, Chiclayo, Piura y Tacna. “Esperamos se tomen las decisiones pertinentes por parte del Gobierno para la aprobación de planes, los procesos burocráticos que hay que hacerse para liberar el presupuesto y terminar con los planes de trabajo”, explicó Yarza.
Dentro de este plan de infraestructura y renovación, Yarza no exagera al decir que el legado para el país será muy grande. Ayudará al desarrollo del deporte y le dará una oportunidad a los jóvenes de involucrarse en más actividades físicas. El mundial, además, traerá consigo la contratación de un nutrido personal en diversas áreas, desde transporte a marketing, patrocinio, arbitraje, alojamiento, entre otros.
La inversión que el Gobierno realizará para esta competición no será poca. Pero, como mencionó Yarza, el propósito es claro: reducir los plazos. “Tenemos claro que vamos a evitar tener gastos innecesarios de cualquier tipo, y velar por el futuro de las instalaciones y el futuro del deporte”, añadió. Con el tiempo en contra, las obras deberían empezar lo antes posible: el plan contempla que todo sea entregado tres meses antes del inicio del campeonato.
Finalizada esta primera visita de FIFA en el país, el director de torneos FIFA contempla volver a mediados de octubre. Para esa fecha ya se debería contar con un presupuesto aprobado, además de un cronograma de las obras. “Son los pasos iniciales”, concluye.