Brian Pillman es recordado como uno de los más talentosos luchadores de los noventas en la escena luchística de los Estados Unidos. Durante los primeros años de esa década, era de los pocos de WCW que podía lucharle al tú por tú a Jushin “Thunder” Liger, y no es de extrañarse que los expertos lo vieran como una de las principales estrellas para la llegada del siglo XXI.
Y esa predicción casi se ve cumplida cuando el carisma de Pillman explotó a mediados de la década, logrando manipular las escenas tras bambalinas para salir de WCW, llegar a ECW y finalmente arribar a WWE.
Pero Pillman, quien falleció en su cuarto de hotel el 5 de octubre de 1997, horas antes del PPV Badd Blood: In Your House, también tenía su lado oscuro. Los excesos y adicciones lo habían marcado, y las compañías para las que trabajó, como era usual, no hacían nada al respecto.
Tras su muerte, Les Thatcher organizó de manera anual (de 1998 a 2001) el Brain Pillman Memorial Show, el único evento donde podían verse a estrellas de WWE, ECW y WCW alternar con figuras independientes. Lo recaudado era entregado a Melanie, la viuda de Pillman, para cubrir la educación de sus hijos.
Pillman tenía dos hijas de relaciones previas: Brittany y Danielle; Melanie tenía dos hijos: Jesse y Alexis (que luego fue valet luchística como “Sexy” Lexi Pillman y falleció en 2009 en un accidente automovilístico). Ambos procrearon otros dos hijos: Brian y Skylar, quien nació tras la muerte de Pillman.
Tras el deceso, WWE siguió pagando el sueldo de Pillman por tres meses y publicó una revista especial dedicada al luchador, dándole las ganancias a la viuda. Un año después, Vince McMahon le mandó un cheque a Melanie para evitar que perdiera su casa.
Casi dos décadas años han pasado desde la muerte de Flyin’ Bryan, y ahora Brittany Pillman, de 25 años, rompió el silencio en una reveladora entrevista concedida a James Dixon para el sitio WhatCulture:
“Cuando mi papa murió me quedé con Melanie. Pero muy pronto nos quedamos sin nada, porque el dinero se iba directo por su nariz. Habíamos perdido todo para cuando tenía once años.
“Vestíamos ropa regalada y vivíamos con dos adictos. La mitad del tiempo no teníamos comida o nos quedábamos sin electricidad porque Melanie no pagaba las cuentas. Mi tía Linda (hermana de Brian) siempre llegaba al rescate, pagando las cuentas y llevándonos comida, a pesar de que apenas le alcanzaba para sostenerse. De no ser por ella, no sé qué habríamos hecho.
“Dejé la casa en el momento que cumplí los dieciocho. Me fui a vivir sola, lo cual podía solventar porque seguía en la preparatoria, así que recibía un cheque hasta que me graduara. Cuando el dinero se acabó, estuve de aquí para allá, viviendo con distintos familiares, mientras que Brian estaba con un amigo en un departamento. Hace seis años, Linda se cambió de estado, de Ohio a Kentucky, y compró una casa, así que Brian y yo pudimos vivir juntos como familia en un lugar al que podíamos llamar hogar.
“Linda es nuestro ángel. Le doy gracias a Dios todos los días por su amor y alma humilde. Para Brian y yo fue como la madre que nunca tuvimos; siempre estaba ahí para nosotros, sin importar nada. Sin ella estábamos perdidos”.
Sin embargo, al hacer esto Linda ha caído en un agujero financiero:
“Odio ver a Linda batallar con el dinero por nuestra culpa. Rompe mi corazón. Brian y yo nos hemos pagado la escuela; estoy estudiando Justicia Criminal y él trabaja en el campo de la ciencia informática. Esperamos que nuestra educación nos dé unas buenas carreras con las que podamos hacer algo de nuestras vidas y le paguemos todo a nuestra tía. Lamentablemente, ambos debemos miles de dólares en préstamos escolares.
“Melanie nos quitó demasiado. Todo lo que ha llevado el nombre de mi padre ha sido para su beneficio. Se quedó con todo el dinero que le daban. Brian y yo nunca hemos visto un centavo. No ha hecho nada por nosotros y ha usado el dinero de papá en drogas. Le llega un cheque cada tres meses que le sirve para cubrir sus adicciones, mientras que Brian y yo luchamos por llegar a fin de mes”.
Sobre el número de hijos que Pillman dejó, pues siempre se menciona a Melanie como la viuda con cinco hijos que mantener:
“En realidad éramos cuatro hijos por los que Melanie tenía que ver, no cinco. Mi papá tuvo otra hija, Danielle, con otra mujer. Dejo atrás cinco hijos con uno en camino, pero Melanie no crio a Danielle, ella vivía con su madre, quien no la dejaba ir a vernos debido a Melanie. La única razón por la que pudimos tener una relación con Danielle fue porque Linda nos juntaba en fines de semana.
“Melanie y mi papa estaban en proceso de divorcio cuando él murió, aunque todavía no se concretaba. Pero ella ya estaba embarazada de otro hombre cuando papá murió, y se casó con ese hombre menos de un año después. Nunca lo ha admitido, y jura que mi hermanita es de mi papá, pero no lo es.
“Le llega un cheque de regalías de WWE cada tres meses, pero siempre que le pregunto me dice que no hay suficiente para ayudarnos. He intentado razonar con ella, le he dado muchas oportunidades para hacer lo correcto y pagarle a mi tía lo que ha hecho por nosotros, pero parece que no va a cambiar.
“Nadie de WWE me ha contactado y no he podido contactar a nadie. No estoy realmente segura cómo hacerlo. Lo he intentado, pero mi madrastra siempre logra evitar cualquier avance. Pareciera que WWE sólo se preocupa por la esposa, pero eso no es lo correcto: Deberían preocuparse por los hijos”.
Brittany ha tenido una vida difícil tras perder a sus padres (su madre, Rochelle, se suicidó años antes de la muerte de Brian) y crecer en un ambiente tóxico:
“Me duelen muchas cosas. He padecido de depresión y ansiedad desde que tenía quince años debido al trauma por el que he pasado. Ahora estoy mucho mejor, he encontrado al Señor y eso ha cambiado mi vida por completo. A través de Él fui capaz de tomar mi depresión, mi dolor y mi sufrimiento y convertirlo en una historia que podría cambiar vidas algún día. De alguna forma, agradezco toda esta batalla, porque me ha hecho la persona que soy ahora. Ha sido un camino difícil para Brian y para mí, pero espero que mi papá esté allá arriba, sonriendo y orgulloso de que pudiéramos atravesar todo esto”.
Sólo en años recientes, tras superar la tragedia, Brittany ha buscado información sobre su padre:
“No tengo realmente recuerdos de mi padre, pero sí muchas preguntas sin respuesta. Ahora que estoy creciendo me siento curiosa por muchas cosas. Me encantaría platicar con algunos de sus amigos de la lucha. Estoy segura de que tendrán muchas anécdotas de mi padre que amaría escuchar”.