20/11/2024

Peter Shilton recuerda cómo fue todo lo que rodeó a la ‘mano de Dios’ que inmortalizó Diego Maradona

Jueves 26 de Noviembre del 2020

Peter Shilton recuerda cómo fue todo lo que rodeó a la ‘mano de Dios’ que inmortalizó Diego Maradona

Shilton, exportero inglés, es uno de los personajes que han quedado para la eternidad en aquella secuencia que forma parte de la historia del fútbol.

Shilton, exportero inglés, es uno de los personajes que han quedado para la eternidad en aquella secuencia que forma parte de la historia del fútbol.

Para algunos, la ‘mano de Dios’. Para otros, una antideportiva y descarada forma de hacer trampas que sirvió para que Argentina consiguiese superar los cuartos de final del Mundial de 1986. Uno de los que han quedado para la eternidad en aquella secuencia que forma parte de la historia del fútbol es Peter Shilton, el portero inglés que, a partir de ese momento, ha tenido que pasar el resto de su vida lamentando la desafortunada pero efectiva acción de Diego Armando Maradona.

"Mi vida siempre ha estado muy vinculada a Maradona, aunque no de la forma en que me hubiese gustado, pero estoy muy triste por conocer la noticia de su muerte. Fue el mejor jugador contra el que jamás me enfrenté", ha escrito él en un artículo para el Daily Mail en el que recuerda cómo fue todo lo que rodeó a aquella jugada.

"Aquel día del 86 en México, pensábamos que estábamos listos para hacerle frente. Era el partido más grande que muchos de nosotros habíamos jugado en nuestras vidas. No había ningún marcaje específico para pararle, solo queríamos controlar sus carreras, y, durante una hora, el plan nos funcionó, pero nadie podía imaginarse lo que iba a pasar a continuación. ¿Cómo podríamos? Saltó contra mí en un balón colgado y, sabedor de que no podría llegar con su cabeza, le dio un puñetazo para mandarla al fondo de la red. Una falta clara. Trampas. Mientras corría a celebrarlo miró atrás un par de veces a ver qué hacía el árbitro porque sabía lo que había hecho. Todo el mundo lo sabía menos el equipo arbitral. Eso nos sacó del partido y, poco después, le permitimos hacer una carrera para marcar el segundo. Sin el primero, no habría habido segundo".

Shilton, al que siempre le han perseguido las críticas por el hecho de que podría haber hecho más, no quiso dejar pasar, ni siquiera en el día de la muerte de la leyenda argentina, la posibilidad de reivindicarse. "Son tonterías, pero tonterías que llevan molestándome durante años, tampoco voy a mentir ahora. Lo que no me ha gustado es que nunca llegó a disculparse, nunca llegó a admitir que hizo trampas ni pidió perdón por ello. Me parece que era un tipo muy grande, pero alguien que nunca mostró deportividad". (D)

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