Hoy orientaremos al hincha para que conozca las características técnicas y de orden físico visibles en cada sesión de entrenamiento. Cuáles son las instrucciones del cuerpo técnico y por qué en el manual de la semana cada práctica difiere en su volumen e intensidad. Consideremos el siguiente ejemplo: si un equipo que está en plena competencia actúa en un domingo, al día siguiente la plantilla que jugó asistirá únicamente a un chequeo médico. Los jugadores que no intervinieron en el partido son convocados a realizar un trabajo específico, fórmula aplicable a nivel universal. Cada entrenamiento, incluida la charla, normalmente no pasa de tres horas. Si es por más tiempo, se lo considera un castigo y en el balompié no existe tal mandamiento.
El martes comienza la primera práctica de la semana. Hay técnicos que fragmentan el entrenamiento con trabajos en la mañana y en la tarde; aunque la mayoría de los adiestradores los realiza, en un solo horario, sea matutino o vespertino. Y como excepción a la regla unos cuantos practican por la noche.
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Cada estratega hace prevalecer su estilo en la búsqueda del mejoramiento técnico y físico de sus pupilos, sin descuidar el aspecto psicológico, así como también la preparación invisible.
Ese martes los jugadores llegan al campo de entrenamiento, se dirigen al vestuario y se equipan formalmente. El técnico, bien en el camerino o en un lugar de la cancha, y en un tiempo de 15 a 20 minutos, promueve una charla elogiando o recriminando con ética al plantel, con relación al partido anterior. Explica cómo se pueden pulir las falencias vistas, también permite la apreciación del capitán y de ciertos jugadores, expone cómo se enfrentará al rival próximo. La práctica del martes, por lo regular, arranca con un trabajo físico, se realizan ejercicios de intensa movilidad como de flexibilidad, de orden aeróbicos y anaeróbicos desarrollados con o sin implementación. Los ejercicios tienen concordancia con las capacidades físicas dispuestas por el preparador físico y requeridos por el plantel. Luego, el técnico plasma su trabajo observando el funcionamiento de las líneas, las mejoras a darse con los correctivos, variaciones tácticas a cumplirse y tantas otras instrucciones. Finalizado el entrenamiento puede hacer algo que es rutinario en el fútbol: retener a varios jugadores para cumplir
un trabajo específico.
Los miércoles, jueves y viernes tanto el preparador físico como el DT continúan con los trazados en el manual de la semana. El PF enlaza en esos días los referentes físicos de fuerza, potencia, velocidad, movilidad, destreza, flexibilidad, coordinación y relajación. Aunque no todas esas valencias descritas se aplican en una misma práctica. El entrenador en los ensayos explica a sus jugadores los principios tácticos, mejoramiento de los bloques, preparación de jugadas, con arengas exige actitudes vencedoras, marcajes correctos, salidas con proyección ofensiva, definición y otras contingencias para salir airoso en la justa que se avecina. El sábado hay una actividad recreativa y se define la lista de los futbolistas que se concentrarán.
No más palabras... (O)