Cuando se esperaba que un choque unificatorio entre Deontay Wilder (Campeón Mundial de Peso Completo CMB) y Wladimir Klitschko (Campeón Mundial de Peso Completo reconocido por la WBO, la IBO, la WBA y la revista The Ring) podría iniciar una nueva era dorada del boxeo de peso completo –no sólo porque habría por fin un campeón único, sino porque de ganar el estadounidense Wilder hubiera significado un momento hollywoodense—, llegó Tyson Fury y destronó a Klitschko.
El gigantesco británico Fury, sin embargo, no es visto como un héroe por sus paisanos –a diferencia de Wilder que se habría vuelto un fenómeno en los Estados Unidos—. Y una de las razones por las que no es así es que lleva las habladurías a otro nivel. Muhammad Alí enseñó al mundo que hablar como rudo de lucha libre (se inspiró en Gorgeous George) era algo que también funcionaba en el box. Pero Fury recientemente satanizó al homosexualismo y al aborto, diciendo que su legalización es algo “que se necesita consumar para que el diablo entre en nuestras casas”. Si bien despertar la ira de la comunidad LGBT no fue buena idea, se echó la soga al cuello al incordiar a las feministas, diciendo:
“No soy sexista, pero yo creo que el mejor lugar para una mujer es en la cocina y de espaldas. Esa es mi creencia personal. Que me haga una buena taza de té, eso es lo que creo”.
Van 135 mil firmas reunidas para que la cadena BBC le retire la nominación a Personalidad Deportiva del Año.
Como victoria pírrica, la IBF lo desconoció como su campeón, pero no por los comentarios, sino por negarse a enfrentar al retador Vyacheslav Glazkov, y en vez de eso firmar por la revancha con Klitschko.
Si bien las declaraciones polémicas y la fanfarronería son, por lo visto, condición sine qua non para él éxito pleno dentro del deporte profesional de la actualidad, Fury debería asesorarse para que la publicidad obtenida no se vea reflejada negativamente en sus ingresos. Por ejemplo, es mejor idea decir que quiere ingresar a WWE.
Y, de hecho, eso ya lo había hecho.
Dave Meltzer, en Wrestling Observer Radio, hizo notar que en febrero pasado, lo declaró a The Sports Bible. Sólo que en ese entonces Fury aún no derrotaba a Kitschko (fue antes de enfrentar a Christian Hammer) y sólo era visto como el siguiente en la línea de alimentación ya sea para Klitshko o para Wilder.
“Podría debutar en WWE, no descarto eso”.
Además de WWE, también hubo algo sobre pelear MMA. En el mes de abril, Fury reveló que estaba en pláticas con Scott Coker, presidente de Bellator:
Serious talks are underway with @ScottCoker to make my #MMA debut in @BellatorMMA
— Gypsy King (@Tyson_Fury) April 1, 2015
Aunque el dinero que haría en Bellator sería muy poco comparado con lo que gana en el box, no estuvo mal para él lograr esta publicidad. UFC no mostró interés, así que él mismo se ofreció:
“Díganle a Dana White que me traiga a Velásquez y lo noqueo la próxima semana. Como ya lo he dicho antes, no están a mi nivel. Son novatos comparados conmigo, cualquiera de ellos. Para ser honestos, él sólo es un pudín bofo de 1,85. Muy bien, es un luchador, lucha y llavea un poco en el piso, pero no se compara con mi poder y tamaño. Cuando lo toque, está finalizado”.
Sin duda Fury sería un oponente extremadamente peligroso para cualquier peleador de UFC, pues su tamaño y punch no son para tomarlos a la ligera.
¿Y en WWE? Allí Vince McMahon tendría que enfrentarlo a Brock Lesnar o al Big Show, quien ya en 2008 compartió el ring con Floyd Mayweather Jr. (la diferencia es que Fury, con 2.07 mts., es sólo unos centímetros más pequeño que Big Show)
En noviembre pasado, Big Show y Paige fueron entrevistados en la televisión británica. A Show le preguntaron por Fury, a quien no conocía, así que le mostraron todo un promo de rudo luchístico que Fury hizo en una conferencia de prensa con Klitschko.
Show: “No hay oportunidad de enfrentarlo. No soy un boxeador”.
Paige: “Tú lo terminarías con tu gran golpe. Creo que (Fury) no entiende la mitad de las cosas que dice”.
Show: “Me gusta su entusiasmo, me gusta su traje, y la cosa es que es alguien que se vista tan bien y se vea tan convencido probablemente será un oponente difícil. Es un poco como Apollo Creed, de Rocky”.
— Hay muchos que se la pasan diciendo cosas así y terminas noqueándolos muy rápido.
— Me gusta el aspecto del espectáculo, no quiero andar noqueando a todos, lo que busco es divertirme y hacer mucho dinero.