"El hombre (Dimitrov) llegó enfermo quién sabe de dónde y es como ocurrió. Creo que no es correcto que no se haya hecho la prueba aquí, sino en alguna otra parte", declaró Srdjan Djokovic a la televisión croata RTL.
A continuación, acusó al búlgaro de haber ocasionado "un gran daño a vosotros en Croacia, a nosotros como familia, y a Serbia", dijo.
El padre de "Nole" confirmó que la situación ha resultado muy desagradable para todos los involucrados en la organización del torneo, incluido su hijo.
"Nadie está bien por está situación y él tampoco. Por supuesto que no se siente bien, pero la situación es la que es, y tenemos que salir de ella", comentó.
Cuatro grandes raquetas, entre ellas el propio Djokovic, dos esposas de tenistas y dos entrenadores han dado positivo en el torneo, desatando una aluvión de críticas, pues fue visible que no se respetaron las medidas de precaución para evitar la propagación de la COVID-19.
Dimitrov se sintió mal el sábado pasado en la ciudad croata de Zadar, durante la segunda etapa de la competición (la primera fue en Belgrado), y regresó a Mónaco, donde reside. Allí se sometió a una prueba de coronavirus que dio positivo.
Tras conocerse su caso, se canceló el resto del torneo, que iba a finalizar en las ciudades bosnias de Banja Luka y Sarajevo, y los demás participantes fueron sometidos a prueba.
Entre los positivos están el tenista croata Borna Coric y el serbio Viktor Troicki, así como la esposa de éste, que está embarazada.
Djokovic y su mujer dieron positivo al regresar a Belgrado, pues la primera raqueta del mundo se negó a someterse a un test en Zadar.
Cerca de un centenar de personas afectadas o que estuvieron en contacto con los contagiados permanecen en cuarentena.
"Lamento muchísimo cada caso individual de infección. Espero que no complique la situación de salud de nadie y que todos estén bien", dijo Djokovic, presidente del Consejo de Jugadores de la ATP, en un comunicado publicado ayer, en el que comunicó el resultado positivo de su análisis.