El Real Madrid ha venido apostando por el futuro durante los últimos años. Varios son los jóvenes talentos que se han venido sumando a la disciplina de la escuadra de Concha Espina. El objetivo, por un lado, es el evitar en la medida de lo posible los enormes dispendios a los que obliga el mercado cuando se pretende cerrar el fichaje de un jugador contrastado. Por otro lado, la llegada de jugadores a edades más reducidas facilita el seguir de primera mano su progresión.
Sin embargo, no todos tienen sitio en la primera plantilla del Real Madrid nada más aterrizar y deben dar sus primeros pasos en otras escuadras antes. Ya sucedió en su día cuando Marco Asensio brilló en las filas del Espanyol. Esta temporada dos son los grandes nombres propios en los que se han posado los focos por parte tanto de prensa como de aficionados.
El primero es el centrocampista noruego Martin Odegaard, que después de pasar las tres últimas temporadas cedido en Holanda defendiendo los colores tanto de Heerenveen como de Vitesse está arrancando de un modo más que notable este curso en su primer periplo en Primera División con la Real Sociedad. Autor de 2 tantos en los 4 partidos que ha disputado hasta la fecha, el de Drammen (20 años) está sabiendo aprovechar a la perfección los minutos de los que dispone para mostrar su calidad.
También se frotan las manos los aficionados merengues con Take Kubo. Llamado a formar parte del filial merengue dirigido por Raúl, finalmente desde el club se prefirió apostar por una cesión para que tuviera minutos en Primera División. Su destino está ahora en un Real Mallorca donde necesitó apenas 20 minutos el pasado viernes para revolucionar el choque ante el Athletic de Bilbao. Llamado a ser pieza indiscutible con los bermellones durante toda la temporada, no cabe duda que el asiático tiene muchas papeletas para convertirse en una de las grandes sensaciones del curso.