El panorama para Andrés Iniesta en el fútbol de la China

A los 33 años, Andrés Iniesta abandonará el club de toda su vida, al que llegó en 1996 con ganas de triunfar, aunque sin imaginarse que sería uno de los pilares de la época más gloriosa del FC Barcelona. Ahora, su destino estará, muy seguramente, en un mercado que intenta crecer, el de la Superliga China, en la que abundan los dólares y han caído muchas figuras, pero pocas se han quedado por tiempo prolongado.

“Si hubiese imaginado acabar mi etapa aquí, mi carrera aquí, creo que la forma hubiera sido esta, sintiéndome útil, sintiéndome importante, sintiéndome titular, con la opción de ganar títulos”, dijo Iniesta, el jugador, junto a Lionel Messi, con más títulos en la historia del Barcelona.

El futuro de Iniesta estaría en un club más bien emergente, el Chongqing Dangdai Lifan, hoy en el sexto lugar del campeonato, con 11 puntos en siete partidos, y a ocho del líder, el Shanghái SIPG (no confundir con el Shanghái Shenhua, el equipo donde juegan los colombianos Fredy Guarín y Giovanni Moreno). Fundado en 1995 (un año antes de que Iniesta llegara a La Masía), el club nunca ha ganado la Superliga China, pero sí una Copa FA de ese país, en 2000, y una Copa Nacional China, en el 2015. Pero entre esos dos títulos descendió dos veces.

El que parece estar moviendo todo para la llegada de Iniesta es Gong Daxing, presidente de una de las firmas patrocinadoras del club, SWM. “La llegada de Iniesta sería beneficiosa para Chongqing y una gran ventaja para nuestra marca”, dijo Daxing.

Otro factor que indica que ese es el futuro de Iniesta es que el presidente de Chongqing Lifan, Jiang Lizhang, es además el propietario de una firma de mercadotecnia con la que el jugador ya colaboró en el pasado, Desports. Lizhang, además, es el dueño del Granada, el club de la segunda división española en el que juega el colombiano Adrián Ramos.

Si Iniesta llega a China, sería un golpe de mercado en medio de una reducción enorme de gastos de todos los equipos, ordenada por el gobierno de ese país, que en la temporada pasada redujo a tres el número de foráneos por equipo e impuso una altísima carga de impuestos.

En la actual temporada, la inversión de los clubes chinos fue de 167 millones de euros (para hacerse a una idea, 55 millones menos de lo que pagó el París Saint-Germain por el brasileño Neymar). En la temporada 2017, la inversión fue de 543 millones de euros, y en el 2016, de 418 millones. Esas elevadas cifras de años anteriores permitieron la llegada a ese país de jugadores como el brasileño Ramires, el argentino Carlos Tévez o, más recientemente, un excompañero de Iniesta, Javier Mascherano.

Ese mercado se ha nutrido mucho últimamente de la Liga española. Dos referentes del Atlético de Madrid, Nicolás Gaitán y Yannick Ferreira-Carrasco, ficharon por el Dalian Yifang, ¡el último de la tabla hoy!



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