Desaparecido en combate, aunque la lucha es algo que siempre promete, la situación de Simone Zaza sigue centrando gran parte de la atención de Mestalla. Desde el pasado 9 de diciembre, fecha de su último tanto, el delantero solo ha disfrutado de dos presencias sobre el verde en LaLiga como titular, frente al Villarreal y el Atlético de Madrid. Marcelino sumergió a la delantera en una marea de rotaciones que parece haberse cobrado la pieza del italiano en favor del resto de sus compañeros, como demostró la repetición en el once de un Luciano Vietto que continúa sin aportar mucho más allá de las esperanzas del técnico asturiano en el campo.
Para un jugador que quiere jugarlo todo y que su principal función es el gol, no está siendo un periodo fácil. Un tanto en casi tan solo 4 meses, en el que su último de ellos era recordado anteriormente, coincidiendo también con los rumores de su lesión en la rodilla, crean una crisis de confianza que repercute mucho en un futbolista que necesita verse arropado de la misma. Ver como sus compañeros, Rodrigo Moreno y Santi Mina, le superaban con más goles esta temporada, también jugó su papel en la ecuación, lo que le habría generado una traba más en el proceso. Además, la necesidad de anotación que urgió en el pasado mes de enero se sumó en la cuenta que dificultó cualquier tipo de comodidad.
No obstante, no solo de goles vive uno de los jugadores que más sacrificio ofrece en la punta de este Valencia con su trabajo de presión, así como la garra que demuestra para deleite de una grada a la que conquistó a base de esfuerzo. Se clama por la vuelta de oportunidades para Simone Zaza, quien dio otro aire al ataque con su salida en el duelo frente al Málaga del fin de semana, quedándose a muy poco de anotar un gol que habría acabado con su sequía.
Una frustración que comparte toda la grada y que espera ver cómo se resuelve pronto, con Marcelino García Toral dándole la confianza que necesita y este devolviéndola con el tanto que acabe con una crisis goleadora que ha afectado al club en uno de los periodos que más falta le han hecho sus goles al Valencia. Una no presencia que solo se seguiría explicando en una actitud conservadora para el italiano.