Arturo Vidal sufrió en su estreno con la camiseta de Bayern Munich. El chileno ingresó en el segundo tiempo, cuando su equipo vencía por 1-0 en la disputa de la Supercopa de Alemania, pero a segundos del final, Wolfsburgo igualó. Luego, el local no falló y se impuso en la definición por penales, que fue iniciada por el chileno para los visitante con una perfecta ejecución.
El comienzo del encuentro fue con Bayern Munich dominando todos los aspectos del juego, frente a la disposición sumisa de los dueños de casa, quienes dejaron hacer a su antojo al equipo de Vidal.
Así, no extrañó que el Bayern estuviese a punto de abrir la cuenta en dos maniobras ofensivas antes de los diez minutos. Un tiro medio pifiado de Xabi Alonso que pasó muy cerca del arco, luego de un centro peligroso de Douglas Costa, que conectó Robert Lewandowski. Y un disparo en el travesaño de Jerome Boateng en un córner desde la derecha.
Sin embargo, promediando el primer tiempo, quedó muy claro que la actitud apologética de Wolfsburgo era solo una estrategia inicial. El campéon de la Copa de Alemania se liberó y comenzó a cargar con peligro sobre la portería del monarca de la Bundesliga.
Tanto, que Wolfsburgo debió haberse ido al descando en ventaja, debido a la multiplicidad de llegadas que tuvo a la meta de la escuadra bávara.
Vieirinha sacó un remate por la derecha que pasó a centímertros del ángulo. Después, Ivan Perisic cabeceó en un córner y el balón otra vez estuvo a punto de entrar. A continuación, Mehdi Benatia intentó despejar, falló y, cuando la pelota ingresaba, Manuel Neuer tapó con un gran manotazo. Finalmente, Kevin de Bruine falló con el arco desguarnecido, tras una salida a destiempo del arquero visitante.
Durante el inicio del complemento, Bayern salió dispuesto a modificar el trámite del partido. Mantuvo el control del balón, al igual que en el inicio del duelo, pero fue más penetrante en ofensiva.
De este modo, a los 49 minutos, Arjen Robben abrió la cuenta al conectar un rebote en el área de meta, luego de un gran desborde de Douglas Costa, que incluyó un potente centro al primer palo.
Tras la anotación, ambos elencos tuvieron oportunidades para marcar, pero terminaron lamentándose por su falta de precisión en la finalización de las jugadas. Los delanteros aprovecharon el adelantamiento excesivo de la líneas defensivas para soprender y no tuvieron claridad para lograr el gol.
A los 74', Pep Guardiola buscó darle un nuevo impulso al mediocampo del Bayern y mandó a la cancha a Arturo Vidal. El chileno ingresó como volante izquierdo en lugar de Thiago Alcántara e inmediatamente se le vió con el vigor que lo caracteriza.
Su entusiasmo, sin embargo, le costó tarjeta amarilla en una acción en la que fue claramente perjudicado. Fue con todo a disputar el balón en la mitad de la cancha, recuperó la pelota y pasó a llevar tenuemente al rival, pero igual fue amonestado.
Todo iba bien para el Bayern hasta los 88', cuando se encaminaba a lograr un nuevo título. Pero apareció Niklas Bendtner para emparejar el marcador. El atacante culminó con un desvío en el primer palo una buena maniobra ofensiva, que pilló a la defensa visitante mal organizada.
Después vino la definición por penales, que Vidal encabezó como primer ejecutante en el Bayern Munich. Le pegó cruzado a la derecha y el balón entró contundemente en la portería de Wolfsburgo. Así fueron avanzando las ejecuciones hasta que el local se impuso por 5-4, a causa del disparo marrado por el español Xabi Alonso, amargando de este modo el estreno del chileno.