Dana White vuelve a sacar su arte negociador en público. El mandamás de la UFC permitió que su luchador franquicia se cambiase de deporte para ganar 100 millones de dólares. "Nunca le diría que no", aseguró, pero esa cantidad de dinero hizo que las dudas surgieses. "Quizá no quiera volver a la UFC", apuntó antes de la pelea. "Volveré", le replicó el irlandés tras medirse a Mayweather. Todo parecía hecho y la intención de la compañía y del irlandés era que The Notorious regresase al octágono antes de acabar el año. El 30 de diciembre, en el UFC 219 era la fecha indicada... pero no se producirá. Al menos eso asegura White.
"Planeábamos una pelea para final de año, pero simplemente, él no está preparado", afirmó White en una entrevista previa a la final de Ultimate Fighter 26. Con esa premisa, el estadounidense dejó de nuevo la duda sobre la mesa. "Quizá el no regrese nunca a la UFC, intenta levantarte por las mañanas con, 100 millones de dólares en el banco, para ser golpeado en la cara cada día", espetó el máximo mandatario de la compañía. No había peligro de que su regreso no se produjese, pero tras las palabras de White todas las alarmas han saltado.
El luchador siempre ha mantenido que su intención es pelear en la UFC, pero White ha querido presionarle. El órdago estaba en camino, y White lo lanzó: no es imprescindible. "Tengo que dar continuidad a mi negocio, si él quiere volver nosotros le queremos aquí... pero si decide retirarse, es parte del juego. Tenemos que darnos cuenta. Estamos trabajando en un contrato con él, tenemos que trabajar en ese nuevo acuerdo", concluyó. La decisión es de McGregor, quien tiene muchas novias. Debe elegir.