Las veces que Perú ganó fuera de casa en la Eliminatoria, jugó. No fue azar: fue juego y eficacia. Fue mejor que Paraguay, fue mejor que Ecuador. Ahora, en cancha de Nueva Zelanda, vimos una versión discreta de la selección: sin juego, sin asociación, shockeado por el físico y el trajín local. Faltan 90 minutos. Tiene que ser otro Perú, básicamente por lo que dijo Gareca al final: "Esto no es un trámite, nos estamos jugando el pase a un mundial".
Pedro Gallese (5): un picnic. Así pasó el primer tiempo de este largo repechaje el arquero de Perú. Tanto para los 80 minutos en que Nueva Zelanda no pateó al arco, como para ese remate final que besó el poste.
Miguel Trauco (5): nunca encontró el espacio para el pase ni la referencia. Y aunque fue su lado el más incisivo para atacar, las paredes color blanco de Nueva Zelanda truncaron cualquier opción de ataque. En la marca sí, seguro.
Alberto Rodríguez (7): podría haber jugado en el equipo del 81. Solo tuvo 10 minutos finales de riesgo, cuando entró el gigante Wood, pero no fue alarma. En Lima, su importancia tiene que notarse no solo en el campo: también en el ánimo de un plantel que -necesario recordarlo- estaba acostumbrado a otro líder, Paolo.
Christian Ramos (6): el jugador que menos hemos aplaudido en la Eliminatoria. Dijimos mil veces que Nueva Zelanda nos iba a matar a pelotazos y sí, lo hizo, y ahí estuvo Ramos. De sombra, de poste, con el pie preciso. Al final tuvo que exigirse en el rechazo pero si Perú va al Mundial no hay dudas quién es el otro back.
Aldo Corzo (5): más entregado a la marca que al ataque, su presencia no gravitó más allá de sus funciones. En Lima -por la urgencia de ganar- la discusión será la pelea por el puesto con Advíncula.
Renato Tapia (5): corta y corre pero le sigue faltando ese cambio de ritmo que hizo marca en América José Velásquez. Esta noche marcó más de lo que jugó y ante el discreto juego nacional, poco a poco fue desapareciendo. Los del medio nunca pudieron encontrar ese último pase, el previo al gol.
Yoshimar Yotún (4): se ganó la amarilla de impotencia, la presión de su marcador de Nueva Zelanda lo obligó a tirar un codazo. Esa sola jugada resume su primer tiempo. En el segundo, dueño del medio peruano, jamás se pudo asociar con Tapia o Cueva. Sin eso, Perú no tiene más.
Christian Cueva (4): desde el 2-1 con Bolivia en Ate, Cueva no es Cueva: no influye en el juego, no hace la diagonal, no tiene pase seguro. Ahora tuvo demasiadas piernas enfrente, sin espacios y sin chance de pegarle al arco. Él, uno de los mejores pies de Perú, nunca pateó. En Lima necesitamos otro.
Edison Flores (5): ausente en el primer tiempo, en el segundo tuvo un disparo directo y nada más. Su cara vista por el cable, mezcla de frustración y dudas, también fue el reflejo de un Perú que siempre chocó y casi nunca pudo jugar al ras. En Lima se define y 'Oreja' es clave. Por juego y por gol.
André Carrillo (5): arrancó por derecha, se movió a la izquierda pero ni su velocidad ni el pase estuvieron precisos. Parecía que le faltaba cancha. Salió demasiado tarde para el ingreso de Hurtado.
Jefferson Farfán (5): puede -podía- jugar de 9, pero no es 9. Es decir, su capacidad para el juego le pide retroceder y, en ese sentido, deja la zona del punta para asociarse. Salvo la jugada inicial, Farfán no fue solución. El equipo pidió a Paolo a gritos.
Paolo Hurtado (4): fue el primer cambio de Gareca. Entró por Carrillo pero no pudo reeditar actuaciones anteriores, como la de Ecuador. No gravitó por la banda derecha.
Pedro Aquino (4): reemplazó a Yotún en el mediocampo. Sobre el final del partido tuvo la chance marcar pero su remate salió por encima del arco de Nueva Zelanda.
Andy Polo (-): ingresó en los instantes finales por Cueva. Estuvo muy poco tiempo en el campo.