18/11/2024

¿Por qué a WWE le cuesta tanto trabajo crear héroes?

Martes 31 de Octubre del 2017

¿Por qué a WWE le cuesta tanto trabajo crear héroes?

WWE ha olvidado la lógica detrás del conflicto entre buenos y malos, se ha olvidado del periplo del héroe, del monomito. Hay que sufrir para ganar

WWE ha olvidado la lógica detrás del conflicto entre buenos y malos, se ha olvidado del periplo del héroe, del monomito. Hay que sufrir para ganar

Antes que nada quiero aclarar que este escrito no entra en el aspecto técnico o deportivo de los luchadores, sino el la construcción de personajes, algo en lo que WWE al parecer esta teniendo varios problemas de credibilidad.

Esto parte del caso de Sami Zayn y su cambio a rudo, así como la insistente promoción de Roman Reigns como el siguiente gran héroe de WWE.

No quiere decir que no me guste Roman como la cara de la WWE; de hecho, cuando estuvo en su primer etapa con “The Shield” ya representaba esa fuerza inquebrantable de los pesos completos que a Vince McMahon siempre ha defendido como los claros dominantes de su empresa.

En cuanto a Zayn, sin duda su habilidad en el ring, mezclada con su carisma y su reputación en las ligas independientes, tenían toda la capacidad para llevarlo a ser el próximo Daniel Bryan, pero parece ser que cuando WWE no sabe que hacer con un luchador su único recurso es volverlo rudo.

Pero no un rudo cualquiera, sino el rudo frustrado por no conseguir los reflectores; el rudo enojado con el público. Y para muestra está no sólo Zayn, sino también Dolph Ziggler y Neville.

Al parecer, cuando no saben cómo crear a un ídolo, la única opción es hacerlo rudo. Parece que los creativos de WWE han olvidado el núcleo básico de un técnico, y ése es que el tipo bueno tiene que sufrir para vencer, tiene que tener obstáculos reales que logren crear empatía con el público

“Toda mi carrera he tratado de complacer a las personas. Traté de ser el chico bueno, seguir el camino correcto, poner todas sus esperanzas, morales, creencias, ideales, valores y sueños sobre mis hombros… Y me embarqué en una larga y ardua travesía que me llevó todo el camino hasta la mediocridad”.

Sami Zayn resume uno de los problemas que no sólo él, sino todos los técnicos en WWE tienen: Al final del día, su esfuerzo no es recompensado.

“Mientras tanto, Kevin Owens, mi contraparte, se convirtió en el Campeón Intercontinental, se volvió el Campeón Universal, se convirtió en el Campeón de los Estados Unidos”.

Esta es la otra cara de la moneda: los rudos en WWE parecen llevarse todos los premios con facilidad, lo cual es lo opuesto a la era clásica, donde los rudos como Ivan Koloff, Stan Stasiak o Iron Sheik fueron campeones pero sólo de transición entre un ídolo y otro.

WWE ha olvidado la lógica detrás del conflicto entre buenos y malos, se ha olvidado del periplo del héroe, del monomito. El chico bueno debe sufrir para ganar, porque, como diría Oscar Washington Tabárez, técnico de la selección uruguaya de fútbol, “el camino es la recompensa”. Al final del día, lo que hace a la victoria algo tan dulce tanto para el héroe como para los aficionados, es el sufrimiento por el que tuvo que pasar para llegar al objetivo final.

En la WWE de esta era post John Cena sucede lo contrario, pues el conflicto nunca se resuelve. Aquellos que tienen la fortuna de ganar algo, pronto se encontraran siendo humillados o superados por el rival de turno, semana tras semana, hasta finalmente caer derrotados. Una vez que esto suceda, aquellos chicos regresarán al limbo del medio cartel hasta la próxima vez que alguien los recuerde… O hasta que abracen el lado oscuro.

Neville pasó dos años deambulando sin planes por WWE y cuando finalmente se volvió un villano, las oportunidades aparecieron. Por supuesto, las aprovechó al máximo, pero de todos modos la lección parecería ser la siguiente: Las oportunidades y los triunfos sólo aparecen cuando eres antagonista en nuestro universo de historias, el Universo WWE.

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