Bienvenidos de nuevo a esta columna en la que busco presentar los 5 aspectos positivos y negativos de los PPV de WWE, en este caso WWE TLC 2017. Tras un camino dudoso apoyado en una única gran atracción, el evento enfrentó un tropezón de última hora que acaparó todos los titulares. En mi opinión fue un evento extraño, donde muchas cosas salieron bien pero donde las inusuales circunstancias fueron las protagonistas.
Empecemos con lo mejor y lo peor de WWE TLC 2017:
LO PEOR
5- No Shield
Es una verdadera lástima que tras tanta expectativa y preparación la atracción principal del evento no pudiera darse. Por supuesto, no es culpa de nadie, pero un buen sector de la afición de seguro esperaba con entusiasmo ver a los Sabuesos de la Justicia de nuevo en acción.
4- Ni mesas, ni sillas, ni escaleras
Por primera vez, un evento WWE TLC tuvo apenas una lucha con estipulación. Este año no tuvimos las esperadas luchas de mesas y escaleras, ni la menos esperada lucha de sillas. Con un solo encuentro acaparando la estipulación, la expectativa disminuyó, sobre todo considerando que otras luchas hubieran podido beneficiarse de una estipulación adicional. En otra situación, los cruceros (no Enzo) hubieran explotado de gran manera una lucha de escaleras. Un Coup de Grace hubiera sido fenomenal en una lucha de mesas. Y la lucha de sillas… bueno, también hubiera estado.
3-Elias & Jordan
Parte de la extrañeza de TLC tuvo que ver con la rivalidad en tres actos que tuvo lugar en una sola noche. Elias ha sido un éxito en el medio cartel y no sorprende del todo que se le diera un segmento musical para quemar tiempo, pero tres segmentos es algo exagerado, sobre todo considerando que dos de ellos terminaron con Jason Jordan lanzando vegetales. Elias y Jason recibieron más tiempo que cualquiera, excepto los dos encuentros principales y no tuvieron ningún mérito para ello. Su lucha fue absolutamente irrelevante y apenas sirvió para que el público descansara tras Styles-Bálor y llegara fresco al estelar.
2- Construcción
No voy a hablar sobre los cambios de última hora, pues fueron producto de un imponderable frente al que la empresa actuó como mejor pudo. Pero antes de la infección Raw iba ya en curso de colisión con un conjunto de terribles rivalidades. Principalmente el ridículo de Bray Wyatt/Sister Abigail, pero también con todo lo dicho de la edad de Mickie James, más joven que buena parte del elenco masculino o el Sasha-Alicia que salió de la nada. Como ya comentaré más adelante, los cambios de última hora en realidad mejoraron la perspectiva del evento, pues la ruta original auguraba un gran fracaso.
1- El debut de Asuka
Probablemente no muchos concuerden en este punto, por lo que intentaré explicar mis argumentos de la mejor manera posible. El gran propósito de esta lucha era presentar a Asuka al Universo WWE, pues aunque las estadísticas de su carrera en NXT hablan por sí solas, no todo el público de Raw la conoce de primera mano, a pesar de haber oído de ella. Como acabo de mencionar, Asuka no es una luchadora cualquiera, de hecho, bien podría ser la mujer más dominante en la historia de la compañía, por eso necesitaba causar impacto desde el primer momento. Al frente tenía a Emma, con quien dio una de sus mejores luchas en NXT. Idealmente, Asuka habría vencido a Emma en unos 4 minutos, o habrían podido tener un intercambio más largo y entretenido, como en Londres. El hecho es que aunque Emma merece más de lo que ha recibido, este no era su momento para brillar, la australiana debía hacer lucir bien a su rival, pero lo que ocurrió fue todo lo contrario. Quizá debido a la ausencia de Triple H, quien seguramente hubiera ejercido presión a favor de la nipona, la lucha siguió el libreto habitual de cualquier mano a mano, esto es, un rudo que domina la mayor parte de la lucha para luego ser vencido en un par de minutos por el técnico. Generalmente eso funciona, pero este era un caso especial. La invicta Asuka fue dominada durante 9 minutos por una Emma a la que otras vencen en 2. No solo eso, sino que la japonesa dio una de sus luchas más lentas en WWE y apenas si mostró la intensidad de su arsenal. Tras semanas de viñetas, la impresión general de quienes no conocían a Asuka de seguro es la de que se trata de una luchadora más, como Sasha Banks o Bayley, y no de una fuerza dominante que viene a tomarse la división, como debió haber sido.
LO MEJOR
5- Vitrina para los cruceros
Hay una gran cantidad de motivos por el que 205 Live es considerado un fracaso, uno de ellos es que los cruceros simplemente no reciben la atención adecuada en Raw. Afortunadamente, con casi todas las Superestrellas principales en el abultado estelar, hubo espacio para dos luchas de cruceros y ninguna decepcionó. La lucha de parejas tuvo cuatro atletas que son geniales en sus respectivos estilos y que brillaron en el ring. Enzo Amore y Kalisto dieron un espectáculo distinto, pero igualmente entretenido, en el que el de New Jersey volvió a generar polémica y obtuvo su segundo campeonato. Si los cruceros recibieran las mismas oportunidades cada lunes, quizá la historia de 205 Live sería distinta.
4- Alexa vs. Mickie
Aunque su lucha no despertaba muchas expectativas, Alexa Bliss y Mickie James ciertamente lograron dar un buen espectáculo. El público masculino seguramente se puso atento cuando La Diosa dijo que “su trasero era lindo”, pero fue su inesperada química con Mickie lo que las pone en esta lista. En vez de apostar por una lucha a media velocidad, como suele suceder, campeona y retadora dieron un encuentro marcado por momentos de alta intensidad y momentos muertos que esta vez funcionaron muy bien. Como ya había hecho con Asuka en NXT, Mickie demostró que las mujeres no tienen por qué retirarse cuando se acercan a los 40 y ayudó a Alexa a ocultar sus falencias en el ring. El resultado fue una lucha tal que la perdedora fue aplaudida después del encuentro.
3- Caos estelar
Si tuviera que describir el estelar de TLC de la manera más breve posible, diría que fue una lucha caótica pero entretenida. Y quizá la palabra “caótica” se quede corta. Es comprensible, considerando que los planes tuvieron que cambiar con apenas dos días de anticipación, pero hay que preguntarse cuánto de esto fue improvisado y cuánto hacía parte del plan original. En cualquier caso, tener a Kurt Angle como miembro honorario de The Shield fue una apuesta arriesgada, pero resultó bien. El gerente general quizá lucía nervioso al principio, es comprensible, pero fue tomando confianza y al regresar al ring actuó de la mejor manera. Al parecer, la postura creativa de esta lucha fue la de introducir tantos sucesos como fuera posible, algunos funcionaron y otros no. El camión de basura fue una adición realmente extraña, pero la “trituración” de Braun Strowman resultó interesante, así como también el ataque de Kane, que nunca deja de ser el gran monstruo de WWE. Ambrose y Rollins lo hicieron bien con las maniobras de riesgo, y The Miz hizo un gran papel como líder de los rudos. Sheamus & Cesaro destacaron menos, pues ellos fueron la parte estable de su equipo. Al final The Shield logró quedarse con una improbable ventaja numérica en el ring y Angle participó de la triple powerbomb, uno de los spots que debían pertenecer a Reigns, como el spear contra Kane. Si como lucha fue un desastre, como entretenimiento estuvo bastante bien… considerando las circunstancias.
2- Salvados por la campana
De manera extraña, la epidemia que azotó al elenco rojo resultó ser una bendición escondida para TLC. Como se ha dicho, el evento no solo tenía un cartel sin estipulaciones, sino que buena parte de sus luchas venían de nefastas rivalidades. Era de esperarse que esto se tradujera en malos números en WWE Network y en las cada vez menos importantes ventas en PPV. Sin embargo, los cambios de última hora que WWE se vio forzada a hacer lograron aumentar la expectativa. Sin The Shield, el Universo WWE fue sorprendido con la vuelta de Kurt Angle al cuadrilátero, y como si eso fuera poco, la infame Sister Abigail fue reemplazada por AJ Styles para dar una lucha de ensueño. Si no hubiera sido por las bajas, TLC hubiera sido un desastre.
1- Demon vs. Phenomenal
El extraño conjunto de circunstancias que rodearon TLC dio como resultado una lucha de ensueño. Finn Bálor y AJ Styles, primer y tercer líder, respectivamente, del Bullet Club, chocaron por primera vez en el ring. Con estilos y carreras similares, se esperaba un gran encuentro, y eso es lo que fue. Quizá no sea una candidata a lucha del año, pero vaya que por mucho fue la mejor lucha de la noche. Aunque no había rivalidad de por medio, el público reconoció la importancia del enfrentamiento y cantó “This is awesome” incluso antes de que sonara la campana. Con un inicio rápido, la audiencia siguió animada y no tardó en dividirse entre los dos favoritos. Ninguno de los dos se contuvo y mostraron lo mejor de su arsenal, incluyendo el inusual 1916/Bloody Sunday de Bálor. También lucieron su llaveo y en los momentos finales apostaron por las maniobras aéreas. Al final fue el Demonio quien se llevó la victoria con un Coup de Grace particularmente potente, y ambos dieron una señal de respeto, reconociendo su pasado común. Se podría argumentar que hay potencial para una mejor lucha entre estos dos, y considerando que por ahora ambos permanecerán en sus marcas, este encuentro lucirá fresco si se repite en WrestleMania 35 o SummerSlam 2018/19, así que no hay que preocuparse porque WWE lo haya quemado muy pronto. Aunque el estelar fue interesante, es gracias a esta lucha que TLC consigue salvarse en su resultado final y dejar una imagen para el recuerdo, el Too Sweet entre los dos hombres que construyeron la mayor facción de NJPW.
Gracias por detenerse a leer, recuerden que esta es mi opinión personal y que pueden dejar la suya en los comentarios.