El jamaicano Usain Bolt bajó en Mónaco por primera vez este año de los 10 segundos (9.95) y con una victoria frente a rivales de rango inferior afinó su puesta a punto para los Mundiales de Londres, donde se despedirá de los grandes campeonatos.
Una salida discreta de tacos le obligó a realizar su clásica remontada pero esta vez Bolt no abrió un hueco demasiado grande en la segunda mitad. El estadounidense Isiah Young le presionó hasta el final, antes de acabar a solo tres centésimas del astro de la velocidad.
Usain Bolt WINS 100m. #DiamondLeagua
South African @AkaniSimbine in 3rd. pic.twitter.com/ZtBjTRD2iK— Pholoho Selebano (@Pholoho) 21 de julio de 2017
Con su nuevo aspecto barbado, Bolt era el invitado estrella del mitin Herculis, que hoy cumplía 30 años. El jamaicano venía de someter su espalda a un tratamiento ya habitual de dos semanas en Alemania y en la rueda de prensa oficial confesó que no estaba en su mejor momento anímico después de la muerte, en accidente de moto, de su amigo el saltador de altura británico Germain Mason, subcampeón olímpico en Pekín 2008, los Juegos en los que el astro jamaicano se había puesto en órbita.
Con una marca de la temporada de 10.03, Bolt partía en la sorprendente situación de ser el segundo más lento, por marcas del año, de los contendientes en la carrera de 100 metros, y estar en el puesto 24 del ránking mundial de la campaña. "Pero estoy aquí para hacer una buena carrera, trabajar algunas cosas y estar a punto para la gran carrera del mes próximo (Mundial, en Londres)", advirtió.
Bolt mantuvo la incertidumbre hasta dos tercios de la carrera, cuando abrió una pequeña diferencia que mantuvo hasta la meta. Era su marca número 53 por debajo de los 10 segundos. No pierde una carrera de 100 metros desde hace cuatro años.
Wayde Van Niekerk, uno de los candidatos a ejercer el papel estelar que deje libre Usain Bolt cuando se retire, tuvo que apretar hasta el último paso en la carrera de 400 para deshacerse del botsuanés Isaac Makwala. El sudafricano terminó imponiéndose con 43.73, su quinto registro inferior a los 44 segundos. Makwala llegó 11 centésimas después.
La marca ganadora de Van Niekerk constituye un nuevo récord de la reunión monegasca. El anterior pertenecía al estadounidense Michael Johnson con 43.96, acreditado hace 19 años.
La campeona olímpica y mundial de 800, Caster Semenya, logró -por una centésima- la mejor marca de su vida al ganar con 1:55.27 -récord de la Diamond League- al cabo de una dura pugna en la recta con la burundesa Francine Niyonsaba (1:55.47) -bronce en Río 2016-, que por momentos parecía capacitada para batirla, algo que nadie ha podido hacer este año.
En el 800 masculino se lució el keniano Emmanuel Korir, irresistible en la recta final, que batió por más de un segundo al canadiense Brandon McBride con la mejor marca mundial del año (1:43.10).
La keniana Hellen Obiti, subcampeona olímpica de 5.000, rompió la carrera de 3.000, corriendo en solitario desde el ecuador de la prueba. Venció con un tiempo de 8:23.14, mejor marca mundial del año, cinco segundos más rápida que su compatriota Beatrice Chepkoech, que hizo récord personal con 8:28.66.
La estadounidense Kendra Harrison, plusmarquista mundial de 100 m vallas, logró una apurada victoria sobre su compatriota Sharika Nelvis. Una sola centésima las separó en la meta (12.51 y 12.52). La jamaicana Danielle Williams (12.58) dejó sin podio a la subcampeona olímpica, la norteamericana Nia Ali.
En jabalina, el duelo germano cayó esta vez del lado de Thomas Röhler, que batió con 89,17 a su compatriota y líder mundial del año Johannes Vetter, tercero con 85,14, también superado por el checo Jakub Vadlejch (85,43).
PREVIA
El Principado de Mónaco propone este viernes (2:30 p.m. hora peruana), en la 11ª reunión de la Liga de Diamante, un juego de tronos entre el rey de la velocidad, el jamaicano Usain Bolt, uno de los llamados a sucederle, el sudafricano Wayne Van Niekerk.
El estadio Luis II, con sus vistas al Mediterráneo, es el escenario perfecto para esta batalla entre la leyenda, que ya enfila la retirada de una carrera única, y el aspirante a tomar el cetro del atletismo mundial.
Bolt, ocho veces campeón olímpico y casi imbatible desde 2008, se arrodillará en la pista de los 100 m alrededor de las 2:30 p.m. hora peruana, coincidiendo con la hora a la que el sol se pone en esta parte de Francia. Toda una metáfora.
El hombre más veloz del planeta -100 m en 9.58 seg y 200 m en 19.19- es también una persona sensible y permeable a la emoción, "más presente que nunca cuando se trata de la última reunión", explicó el plusmarquista.
Pese a todo, dice, "lo más importante es el placer" que él quiere procurarse y procurar a los espectadores de Mónaco, donde el velocista solo ha competido una vez, en 2011.
Aunque solo ha pisado en una ocasión la pista de este estadio, Bolt ha visitado Mónaco en varias ocasiones (seis), siempre en esmoquin y para recoger el trofeo a mejor atleta del año, la última el pasado otoño (boreal).
Para conseguir la victoria en el Mundial de Londres, cita con la que bajará el telón a su carrera, el 'rayo' jamaicano debe mejorar las discretas actuaciones que ha protagonizado esta temporada: 10.03 en Kingston (Jamaica), el 10 de junio, y 10.06 en Ostrava (República Checa), el 28 de junio. Cronos con los que, en cualquier caso, se llevó el triunfo.
La reunión de Mónaco será diferente a las dos anteriores porque Bolt, de 30 años, se medirá a al sudafricano Akani Simbine y al estadounidense Christopher Belcher, velocistas que ya han bajado de los 10 segundos.
"Me siento mucho mejor que en junio. Después de Ostrava he entrenado las dos últimas semanas en Alemania. Hemos trabajado bien con mi entrenador (Glen Mills) y eso me ha permitido ejecutar cosas interesantes. El tiempo es a menudo bueno en Mónaco. Si por suerte es así el viernes, puedo estar en mi mejor forma", afirmó el 'recordman'.