05/11/2024

La tierra del desperdicio: el mal (o nulo) uso del talento en SmackDown

Viernes 23 de Junio del 2017

La tierra del desperdicio: el mal (o nulo) uso del talento en SmackDown

Desde que diera comienzo la Nueva Era en WWE tras la separación de marcas, SmackDown Live! ha sido catalogado por muchos como "el lugar a estar" por encima de Monday Night Raw, aún siendo este el show emblema, y mucho de eso ha tenido que ver no sólo con la trascendencia de la acción sobre…

Desde que diera comienzo la Nueva Era en WWE tras la separación de marcas, SmackDown Live! ha sido catalogado por muchos como "el lugar a estar" por encima de Monday Night Raw, aún siendo este el show emblema, y mucho de eso ha tenido que ver no sólo con la trascendencia de la acción sobre…

Desde que diera comienzo la Nueva Era en WWE tras la separación de marcas, SmackDown Live! ha sido catalogado por muchos como “el lugar a estar” por encima de Monday Night Raw, aún siendo este el show emblema, y mucho de eso ha tenido que ver no sólo con la trascendencia de la acción sobre el cuadrilátero o el, aunque en menores proporciones, mejor entretenimiento (es decir, el que no cae en lo monótono y repetitivo), sino que a su vez sobresalió por medir a todos con la misma vara (o a la mayoría, al menos), factor que le dio el apodo de “La Tierra de las Oportunidades”.

Así se pudo ver, por ejemplo, con talentos como The Miz, hoy flamante siete veces Campeón Intercontinental; talentos como Sami Zayn, rescatado del indiferente destino que le aguardaba en la competencia; Bray Wyatt, quien se alzara con su primera conquista mundial; Baron Corbin, actual Sr. Dinero en el Banco; y, quizá el mejor ejemplo de todos: Jinder Mahal, de jobber a Campeón WWE en un abrir y cerrar de ojos.

Han sido muchos los casos. Sino vean a las mujeres. Puede que Raw haya sido la marca más determinante durante los primeros meses en ese aspecto, pero durante ese lapso fuimos testigos de la creación de nuevas estrellas como Alexa Bliss y Carmella, además de haberles dado el tiempo y lugar a todas y cada una de las involucradas en la división, punto en el que los de rojo no cumplieron. Eso incluyó a Naomi, quien antes de su arribo era una más del montón y hoy es, además de la monarca, una de las más ovacionadas de cada noche.

Así fue como los de Shane McMahon hicieron mucho con poco, forjándose una enorme reputación y destronando a NXT como el gran programa endiosado por la fanaticada. Y es que es verdad, hay mucho que halagar de la marca azul… pero también mucho que criticar. Y justamente, mucha de la crítica debe recaer en las falencias que la marca presenta hoy respecto a su principal acierto: las oportunidades.

Verán, están aquellas Superestrellas cuyas carreras despegaron o resurgieron de las cenizas de la mano de SmackDown, pero también están aquellos que fueron ignorados o bien tuvieron un empuje para luego ser ignorados, tema al que el mánager general Daniel Bryan se refirió recientemente. Sobre ellos profundizaremos en el presente escrito, así que sin más preámbulos vayamos a analizar cada caso en particular.

Heath Slater & Rhyno

Los primeros meses tras la división vieron a Heath Slater convertirse en uno de los individuos más queridos fruto de su atrapante historia de no haber sido escogido en el WWE Draft y reclamar por un trabajo “porque tenía hijos que alimentar”. Todo esto mediante la comedia, una faceta en la que el pelirrojo hace un gran trabajo y nunca falla. Su inspiracional pelea por pertenecer le vio compartir segmentos hasta con Brock Lesnar y Shane O’Mac.

En Rhyno encontró a un compañero idóneo, con quien compartió una gran química y nos regaló viñetas que a más de uno le sacaron unas cuantas carcajadas. Su empuje iba en serio: nos presentaron a la familia Slater en varios videos y la llevaron a televisión, tuvieron más minutos que cualquier otro equipo de la marca y finalmente conquistaron los Campeonatos de Parejas SmackDown ante los Usos, siendo los Campeones inaugurales y, por supuesto, siempre contando con el apoyo del Universo WWE.

Una vez con el oro en la cintura, la cosa fue de mal en peor. No por culpa suya, claro, sino a raíz del indefendible manejo creativo: una vez tuvieron al público en sus bolsillos, la empresa no tuvo mejor idea que hacerlos de lado y dar marcha atrás con cualquier empuje, no sólo desperdiciando el momentum del equipo, mas desprestigiando asimismo a la división por parejas también, que recién ahora, nueve meses después, está recibiendo un poco de atención con la llegada del New Day.

Injustamente, el dúo perdería los títulos unas semanas después y apenas volvería a ser visto hasta su trasladado a Raw como el acto cómico de turno tras la separación de Golden Truth.

Dolph Ziggler

El caso del Show Off es quizá el más frustrante de todos y se debe a que a esta altura ya es una constante en su carrera, que ha consistido en altos y bajos pero que a pesar de rozar el estatus de estelarista en unas cuantas ocasiones, siempre terminó con él siendo relegado a un segundo plano. Un ex creativo, Kevin Eck, reveló por estas fechas que ni Vince McMahon ni Triple H respaldan a un rubio que sí tiene el apoyo de otra voz autorizada en Pat Patterson, aunque no pareciera ser suficiente.

Desde el pasado julio en adelante tuvo oportunidades de consolidarse de una vez por todas. La más importante, indudablemente, tuvo lugar en Backlash 2016, donde puso en juego su carrera a cambio de una oportunidad por el Campeonato Intercontinental. Lo ganaría, obviamente, pero lo perdería unos días después, como si se tratara de una broma pesada en su contra.

No habrá escenario más grande que WWE, pero es momento de que Ziggler de el salto a Japón si lo que quiere es demostrar lo que es capaz de entregar sin limitaciones ni restricciones por parte de los altos mandos. A sus 36 años no tiene otro remedio, pues la grande del entretenimiento no le dará ese privilegio. No lo hizo en los últimos trece años y tampoco lo hará ahora.

American Alpha

Llegaron a SmackDown Live! siendo presentados como el “mejor equipo de NXT”, pero no recibirían un trato acorde a tal descripción ni mucho menos. Lograron conectar levemente con una audiencia que no los conocía —y es que, dicho sea de paso, no tuvieron presentación alguna—, pero de una semana a la otra, fruto de la pésima dirección de la división en parejas, dejaron de aparecer y la gente se olvidó de ellos.

Eso produjo la indiferencia al momento de ganar los títulos ante Randy Orton y Bray Wyatt tras un descuido de Luke Harper, terminando con el reinado de 24 días y cero defensas de la Familia Wyatt. De este modo, su victoria perdería legitimidad, detalle menor si éramos optimistas y pensábamos que su conquista los catapultaría al estrellato. Dos meses y dos simples defensas dirían lo contrario.

¿Qué pasaría a continuación? La falta de planes. La desaparición. Una semana hacían acto de presencia, otra no. Dos sí, otras dos no. Volverían a disputar por los títulos en combates a múltiples bandas, sin éxito. De la nada, sin historia alguna detrás, no serían vistos por un par de meses hasta el regreso de este martes de Chad Gable… con una derrota, como no podía ser de otra forma.

Luke Harper (y Erick Rowan)

Resulta indignante que después de cada ocasión en que los Wyatt tomaron caminos separados, tanto Luke Harper como Erick Rowan desaparecieron de la faz de la tierra. Salvo un par de combates que tuvieron entre sí sin explicación de por medio, ambos luchadores no han dado señales de vida. Es increíble que Harper regrese como si nunca se hubiera ido y ocupe el estelar (ejem…derrota… ejem), cuando lo más seguro es que la próxima semana tampoco le veamos, y la siguiente tampoco.

No hay duda de que en términos de talento en general, el ex Campeón Intercontinental es bastante superior a su ex “familiar”, pero ambos tienen personajes bastantes vistosos que podrían dar lugar a un sinfín de interesantes rivalidades. Como pareja tienen pendiente la tarea de conocer la sensación de poseer oro y creo que serían un gran refuerzo para el débil plantel actual en materia de equipos (una historia con The Ascension me atraería bastante, por ejemplo).

Su separación aún está muy fresca, sin embargo, y Harper ya ha expresado públicamente su deseo de continuar su carrera en solitario. La peor parte es que bajo estos términos no le aguarda un gran porvenir, aunque esperemos que esté sumamente equivocado y sea, junto a Rowan, quitado del listado de talento desaprovechado pronto.

Mojo Rawley

Si bien hay quienes lo apoyan y quienes no, no hay forma de no incluirlo en este listado. Y antes de que nadie diga nada, debo explicar que en lo que me baso va más allá de los gustos personales de cada uno, pues en lo personal no soy su fan número uno tampoco. Se trata más de continuidad, de no hacer algo por hacerlo. Y me refiero a la Campal de André el Gigante de WrestleMania 33, donde Rawley fue el último hombre en pie tras la intervención de su amigo Rob Gronkowski, jugador de los New England Patriots de la NFL.

En mi opinión, la lucha libre no se trata de merecer o no merecer, pues es un negocio bastante injusto. Todos trabajan duro para llegar a lo más alto y algunos tienen oportunidades que otros no. Algunos son grandes y otros pequeños. Algunos son musculosos, otros no tanto. Algunos tienen la suerte de interpretar personajes que les ayudan a destacar y otros tienen personajes ridículos que los limitan. Y Mojo Rawley, lamentablemente, es parte de este último grupo.

Está bien, siempre es bienvenido cualquier reconocimiento, pero el que le hayan otorgado la Campal por el simple de hecho de hacer un “Momento WrestleMania” con la ayuda de una estrella habla mal de la compañía, además de quitarle prestigio a un premio que desde ya no tenía. Luego de su triunfo en la Vitrina de los Inmortales, Rawley se limitó a dar entrevistas y hacer promos de corta duración por semanas. Ah, también luchó contra el Campeón WWE, pero no le duró más de cinco minutos. Esperemos que con la llegada de su amigo Zack Ryder, también conocedor de eso de ganar sólo por dar la sorpresa —lo que no deja de ser un juego malévolo—, logre revertir su situación.

Tye Dillinger

Qué decir del 10 Perfecto. Sin ser el más técnico, el más alto, musculoso o el del mejor gimmick, supo ganarse la aprobación de los fanáticos y llevarla a niveles inimaginables durante su instancia en NXT. Su “Ten” sobrepasó barreras y llegó hasta el elenco principal, siendo oído habitualmente durante los conteos debajo del ring, algo que aunque un tanto molesto, ya se ha hecho una costumbre.

Fuese como Dillinger, Gavin o Shawn Spears, militó en WWE durante más de seis años, nunca llegando a hacerse un lugar destacado entre las filas de la empresa. Trabajó en Heat, fue parte de OVW, luego de ECW y pasó por FCW antes de ser despedido en 2009 tras un paso sin pena ni gloria. La gloria le llegó, no obstante, cuando regresó a NXT en 2013. Bueno… no tan temprano. No sería hasta tres años después que llegaría a ser el fenómeno que es hoy en día.

El gran problema sería que contra todas las apuestas, tras una salida por todo lo alto de la marca de desarrollo, la organización fue lo suficientemente no inteligente —por decirlo de la forma más respetuosa posible—como para no sacarle el abundante jugo que tan evidente se hizo en su presentación tras aquella edición del 4 de abril post-WrestleMania. Los números son el fiel reflejo del pésimo manejo de esta estrella en ascenso, que de este modo fácilmente podría estar en descenso.

En dos meses y medio, el canadiense de 36 años fue incluido en la programación de la compañía en tres únicas ocasiones; vs. Curt Hawkins en su debut y vs. Aiden English en las siguientes dos ocasiones, siendo la última disputada en el Preshow de Backlash. No lo hemos visto desde entonces.

¿Y ustedes qué opinan? ¿Creen que SmackDown tampoco se salva en el manejo de sus Superestrellas? ¿Quién más piensan que falta en el listado? ¿Qué caso los indigna más? Dejen sus opiniones en la caja de comentarios.

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