El Undertaker es el peleador más grande que ha tenido WrestleMania y vencerlo es una mochila pesada que debe cargar una superestrella. Roman Reigns fue el encargado de retirarlo y para muchos fue un suicidio profesional tomando en cuenta que derrotó a una verdadera leyenda.
Brock Lesnar lo hizo hace algunos años atrás y quebró la racha más espectacular del evento. En la edición 33, Roman Reigns se encargó de retirar al 'Enterrador', algo que no quería hacer según sus propias declaraciones.
"Es agridulce. Casi se siente como una derrota porque no tengo nada más que respeto para The Undertaker, pero al final del día, tienes que hacer lo que tienes que hacer. Tuve que respirar hondo y hacer algo que no quería hacer y eso es sacar del camino a un guerrero herido, pero siento que lo hice en la forma correcta", comentó Roman Reigns a ESPN.
Esta victoria cambió el perfil de Roman Reigns que ahora pasó a ser el más odiado por el público de la WWE y en la edición de RAW posterior a WrestleMania salió a decir que "está en su patio".