25/11/2024

Cuatro razones por las que la selección de vóley no clasificó a Río 2016

Domingo 22 de Mayo del 2016

Cuatro razones por las que la selección de vóley no clasificó a Río 2016

La selección peruana de vóley llegó al Preolímpico a Río 2016 sabiendo que no era una de las favoritas pero tenía el ambicioso sueño de conseguir la clasificación a unos Juegos Olímpicos tras 12 años (Sidney 2000 fue la última aparición de las 'matadoras'). No consiguió el boleto, pero ¿por qué? Aquí un análisis de su proceso antes y durante el torneo.

La selección peruana de vóley llegó al Preolímpico a Río 2016 sabiendo que no era una de las favoritas pero tenía el ambicioso sueño de conseguir la clasificación a unos Juegos Olímpicos tras 12 años (Sidney 2000 fue la última aparición de las 'matadoras'). No consiguió el boleto, pero ¿por qué? Aquí un análisis de su proceso antes y durante el torneo.

Sissi Zegarra
  • Sissi Zegarra
  • Enviada Especial a Japón

La selección peruana de vóley llegó al Preolímpico a Río 2016 sabiendo que no era una de las favoritas pero tenía el ambicioso sueño de conseguir la clasificación a unos Juegos Olímpicos tras 16 años (Sidney 2000 fue la última aparición de las ‘matadoras’). No consiguió el boleto, pero ¿por qué? Aquí un análisis de su proceso antes y durante el torneo.

1. La Liga Nacional no es tan competitiva.

Podrá ser la segunda liga más competitiva de la región (solo después de Brasil), pero eso no significa que esté al nivel con las de Europa o de Asia. Todas las chicas que juegan en la selección peruana de vóley participan en dicha competencia, por lo que no tienen rivales de peso como los que tuvieron en el Preolímpico a Río 2016. Ni siquiera se acercan a ello.

Un claro ejemplo de ello es el caso de Ángela Leyva. Cuando juega en la LSNV, consigue en promedio 18 puntos por partido. Cuando lo hace con la selección peruana de vóley y contra equipos de alta competencia (como en el Preolímpico a Río 2016), llega hasta los 30. Cuando se le exige más, responde mejor.

Tomemos el caso de Italia. Tiene cinco diferentes ligas, en las que no solo juegan las locales, sino que también se contratan representantes de otros países. Sí, seleccionadas que van a Juegos Olímpicos y Mundiales, tales como varias del equipo de Holanda.

Como consecuencia, sus representantes están acostumbradas a estar a la par con jugadoras profesionales de todas partes del mundo y conocen al rival incluso antes de entrar a la cancha. Sin duda, hay un proceso más avanzado que el nuestro.

2. No hay suficientes jugadoras para cada categoría.

No hay una verdadera selección peruana de vóley mayores. El equipo que se vio en la cancha es la unión de chicas de diferentes categorías que oscilan entre los 31 y 18 años de edad, pero ¿por qué? Simple, no hay suficientes jugadoras para representar al país.

“Tengo que usar a juveniles para tapar los huecos. La mayoría de chicas tienen 18 años y tengo que trabajar con ellas para fortalecer al equipo de mayores”, dice Mauro Marasciulo, DT de la selección peruana de vóley, al ser consultado por el equipo. Es un equipo joven pero trata de exponerlo a diferentes competencias internacionales para que agarre más experiencia.

A diferencia de otros equipos, la selección peruana de vóley no puede darse el lujo de perder a una jugadora o cambiar por completo el plantel. Kazajistán, el colero del Preolímpico a Río 2016, se arriesgó y cambió por completo a sus jugadoras con respecto al año pasado. Aunque el ‘profe’ quiera hacerlo, no tiene a quién poner en la cancha.

3. Recién se está dando inicio al proceso de cambio.

¿Han escuchado del plan ‘Qatar 2022’ de la selección de fútbol? Ya, algo parecido ocurre con la selección peruana de vóley. Su plan no era clasificar a Río 2016, sino es fortalecer las divisiones menores para luego tener un equipo sostenido en cada una de sus categorías.

Mauro Marasciulo es parte del comando técnico desde hace un año y medio y desde entonces ha cambiado la perspectiva de la selección peruana de vóley. De la mano con la Federación, se trata de fortalecer a las juveniles y a las menores con nuevas tácticas, mejoras tecnológicas (la adición de un estadístico, por ejemplo) para que crezcan con una nueva ideología.

No es posible hablar de un fracaso si es que la selección peruana de vóley hace un par de años no podía ganarle a Colombia y solo hace un par de meses juega a la par con Argentina. Hay logros importantes que rescatar, pero si se quiere evaluar con resultados, se está pidiendo que se tomen decisiones impulsivas y no a largo plazo.

4. El proceso de clasificación no benefició a Perú.

A pesar de que suene a que se le echa la culpa a la competencia, la FIVB (Federación Internacional de Vóley) sí ha sido un poco injusta con los países no tan fuertes. Puso al segundo de Sudamérica (la selección peruana de vóley) para que se enfrente a sus pares de Europa y Asia, mientras que al tercero (Colombia) contra dos equipos africanos y uno de América Central.

La diferencia de competencia entre ambos torneos es abismal, tanto que Marasciulo se quejó en más de una ocasión en las conferencias de prensa después de los partidos. “Es criminal que organicen una competencia así. El reglamento no se entiende”, señaló muy molesto tras la derrota ante Tailandia en el último día del Preolímpico a Río 2016.

En vez de darle más opciones al segundo de Sudamérica, se lo enfrentó con rivales mucho más fuertes que en el Clasificatorio Intercontinental de Puerto Rico. La selección peruana de vóley fue el único de América, a parte de República Dominicana (quedó penúltimo en el Preolímpico a Río 2016).

El Preolímpico a Río 2016 fue solo el inicio de lo que esta selección peruana de vóley puede hacer. En el próximo mes tendrá otra competencia internacional, el Grand Prix, en el cual podrá demostrar lo aprendido como equipo y tratrá de subir de categoría. Es solo el inicio, y el futuro se ve bastante prometedor con estas jugadoras.

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