A falta de 14 jornadas por disputarse, la Segunda División está que arde. Con Levante y Girona disparados en la zona alta de la tabla y cada vez más cerca de certificar su asenso, la lucha por acceder a los cuatro puestos de playoff se presenta encarnizada. Pero al igual que sucede en los primeros puestos, muchas son las miradas que actualmente están puestas en la zona baja.
Y cuando falta por disputarse el tramo definitivo de temporada, nos encontramos una sorprendente presencia en puestos de descenso que prácticamente nadie hubiera esperado a comienzo de temporada. Concretamente, se trata del Rayo Vallecano. Descendido el pasado curso después de un episodio difícil de olvidar con San Sebastián como telón de fondo, el conjunto de la Avenida de la Albufera vive un periodo de zozobra que comienza a recordar peligrosamente al camino que se siguió durante el curso 2003-2004 y terminó con los huesos del equipo en el tártaro de la Segunda División B.
Actualmente en el puesto número 19 de la tabla con 29 puntos después de 28 encuentros, la escuadra que ahora entrena Míchel cuenta con 3 puntos menos que hace trece años. Su distancia con la salvación, un punto. Con la última plaza, también. Sin estabilidad en un banquillo por el que también han pasado José Ramón Sandoval y Rubén Baraja, el club navega sin rumbo también desde el punto de vista institucional con un Raúl Martín Presa que cada partido recibe una sonora pitada debido a su pobre gestión como presidente pero no se mueve de su poltrona e incluso ha rechazado la posibilidad de vender el club por 80 M€. Con los ecos del caso Zozulya aún resonando, una plantilla con hasta 11 futbolistas que han pasado la treintena (7 con más de 34) y jugadores que ya desde el pasado verano no querían formar parte del club, la situación poco a poco va tomando tintes dramáticos.
Pese a que la llegada de Míchel al banquillo ha supuesto una ligera mejora en el juego, los resultados no han sido los esperados (una derrota en el feudo del Getafe y empate en casa ante el Reus) y de aquí al próximo 11 de junio deberá disputar 6 finales en Vallecas (Oviedo, Tenerife, Lugo, Levante, Gimnástic y Córdoba) y 8 fuera de su estadio (Cádiz, Numancia, Girona, UCAM Murcia, Huesca, Alcorcón, Zaragoza y Sevilla Atlético) que decidirán su futuro. Absolutamente inoperante lejos de casa (tan solo una victoria y dos empates en trece partidos) y quinto equipo que menos ve puerta tras Mirandés, Córdoba, Alcorcón y Reus, no cabe duda que el Rayo Vallecano deberá mejorar sus prestaciones en esta recta final si no quiere volver a jugar en Segunda División B.