El Chapecoense era un equipo joven y poco conocido hasta su sorpresiva llegada a la Final de la Copa Sudamericana, la cual no pudo disputar porque anoche el avión en el que viajaba se estrelló en Colombia. Sólo tres jugadores del club brasileño sobrevivieron.
TE RECOMENDAMOS: Rescatan a otro jugador del Chapecoense
En el accidente aéreo murieron 75 personas y sobrevivieron seis, de las cuales tres son jugadores del Chapecoense: los brasileños Alan Luciano Ruschel, Jackson Ragnar Follmann y Hello Hermito Zampier.
ALAN LUCIANO RUSCHEL – DEFENSA
El lateral izquierdo, de 27 años de edad, inició su carrera en el Juventude y pasó por el Inter de Porto Alegre y Atlético Paranaense. Es el único futbolista de campo que sobrevivió al accidente aéreo.
JACKSON RAGNAR FOLLMAN – PORTERO
De 24 años de edad, el arquero comenzó su carrera en el Gremio, equipo con el que permaneció hasta 2008. Un año después se fue a las categorías de desarrollo del Juventude, donde se coronó en el certamen Gaucho (2010), título que lo catapultó al cuadro estelar y que valió su regreso triunfal al Gremio como figura.
Su último equipo, antes de firmar con el Chapecoense, fue el Linense de España, donde jugó en 2015.
HELIO HERMITO ZAMPIER - DEFENSA
El jugador de 31 años de edad, quien nació en Río de Janeiro, jugó para el Vasco da Gama, Paraná, Francisco Beltrao, Cianorte; Guaraní y Santos.
TE RECOMENDAMOS: Accidentes aéreos que cambiaron la historia del deporte
Ruschel, Follman y Zampier son los únicos sobrevivientes del Chapecoense, equipo brasileño que este miércoles disputaría con el Atlético Nacional de Colombia el duelo de ida de la Final de la Copa Sudamericana. Con ellos, salieron vivos del accidente Ximena Suárez y Erwin Tumiri, tripulantes del avión accidentado, así como el periodista brasileño Rafael Henzel.
En 2009, el Chapecoense apenas jugaba en la Serie D del futbol brasileño, pero tuvo un ascenso meteórico y llegó a Primera División en 2014.
Desde entonces, no sólo se ha mantenido en la máxima categoría, sino que cada año ha mejorado su rendimiento hasta llegar a estar a sólo dos juegos de ganar el primer título internacional de su corta historia.