Hoy, Ismael Sosa solo atesora de su paso por Pumas un grato recuerdo por las alegrías conseguidas en el Pedregal, y es que, en menos de seis meses, se ha identificado con los colores de Tigres, su nueva escuadra. El Chuco fue pieza fundamental para la eliminación de los de CU, y no guarda remordimiento, todo lo contrario, dejó en claro su sentir al respecto.
“Estoy muy contento por pasar a la semifinal; lo de Pumas ya pasó, fueron tiempos muy bonitos, pero hoy estoy en Tigres. Espero poder seguir haciendo las cosas bien, para ayudar a mi equipo; esperaremos rival y trataremos de dar un buen espectáculo a nuestra gente”; y por si no quedaba claro, reiteró: “Ha sido lindo jugar contra ellos, pero hoy me debo a Tigres, y me preocupo por mi equipo”.
De Gignac y su reencuentro con el gol, Sosa, uno de sus mejores socios, advirtió que el hecho de que el francés retome su idilio con el arco enemigo, no hace más que fortalecerlos de cara a la parte más importante de la Liguilla: “A Gignac le hacía falta el gol y qué bueno que pudo marcar ahora, porque nos hará falta a nivel colectivo en los siguientes partidos. Hoy (ayer) hizo un buen encuentro”.
Con la misma intención de Sosa, Hugo Ayala, uno de los capitanes de Tigres, consideró que aún resta suficiente competencia como para que el cuadro felino eche campanas al vuelo, pensando en que ya se ganó algo: “Nos queda mucho margen por mejorar, y ahora a esperar rival, para darle más alegrías a nuestra gente. Vivir victorias como la de Pumas en nuestro estadio, es algo incomparable”.
Sobre el sinodal en cuestión, Ayala destacó que la goleada se dio porque ambos conjuntos se abrieron, en esa inercia ofensiva en la que se embarcaron a lo largo de los 90 minutos de vuelta: “Nos salió a nosotros, pero ellos también intentaron ir al frente, se sumaban al ataque, pese a que iban en desventaja, y para mí hicieron un buen partido”.