Esta peculiar modalidad de yoga fue creada en 1995 por Madan Kataria, un médico indio quien basado en los estudios acerca del poder curativo de la risa y de la respiración, organizó el primer Club de la Risa, y desarrolló el método para reír “sin razón alguna”.
El hoy conocido como el Gurú de la Risa sostiene que “al reír nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestras emociones se ven afectadas creando un verdadero estado de alegría de vivir”.
En realidad, el nombre de Yoga de la Risa se debe a que incorpora técnicas de respiración yóguica
o Pranayama, junto con los ejercicios de la risa. Como explica yogadelarisa.cl, “el Pranayama tiene un efecto poderoso e inmediato sobre nuestra fisiología y ha sido utilizada por más de 4000 años para influenciar el cuerpo, el alma y las emociones”.
De acuerdo con la tradición yóguica, la vida se mantiene gracias a la energía cósmica del universo o Prana que fluye hacia el cuerpo por el aire que se inhala a través de la respiración, misma que se desequilibra debido al stress y a las emociones negativas.
Hoy en día, según datos de yogadelarisa.com. mx “70% de las enfermedades como presión arterial alta, males cardíacos, ansiedad, depresión, gripas, migraña, úlceras, insomnio, alergias, asma, enfermedades estomacales, e incluso cáncer, están relacionadas con el estrés. Se ha demostrado que la risa ayuda a remover estos efectos negativos”.
El método del Dr. Kataria parte de la premisa de que todo el mundo puede reír sin necesidad de oír chistes o de atender sesiones de comedia, con la finalidad de reducir los niveles de estrés.
La práctica de esta técnica combina ejercicios de respiración y de elongación con contracciones diafragmáticas rápidas de risa estimulada, aplausos y juegos simples de pantomima.
Esto proporciona el beneficio de una risa genuina desde el abdomen que ayuda a reducir el citado estrés, aliviar la tensión y mejorar el humor.
“Ya sea que riamos de verdad o que simplemente simulemos reír, nuestro cuerpo no reconoce la diferencia, obteniendo así los beneficios fisiológicos, bioquímicos y psicológicos, gracias a la secreción por parte del cerebro de endorfinas y otros químicos “del bienestar” durante el acto de reír”.
Durante la práctica, la risa se inicia como un ejercicio grupal y pronto se convierte en real y contagiosa, gracias al contacto visual y al cultivo de una actitud infantil y lúdica:
“En lugar de depender de tu humor o reírte de algo que te parezca gracioso, te comprometes a reírte diariamente y enseñarle a tu cuerpo y a tu mente a reírse cuando se lo ordenes. El Yoga de
la Risa relaja la mente por lo que puede considerarse una forma de meditación”.
Y como en muchas escuelas de yoga, aquí también hay un mantra que se canta al ritmo de la respiración profunda: “jo, jo, ja, ja, ja”. Simple, pero efectivo.