Los Raiders llegan al Estadio Azteca tras una semana de descanso y siete triunfos contra dos derrotas, lo que los perfila como líderes de la división oeste de la Conferencia Americana.
Sin embargo, una derrota en el Coloso de Santa Úrsula los colocaría de nueva cuenta a la par de sus rivales de sector: los Jefes de Kansas City y los Broncos de Denver, actuales monarcas de la NFL.
De la mano de Derek Carr, fuerte contendiente a jugador más valioso de la temporada, Oakland se coloca como la quinta mejor ofensiva aérea de la liga con 2 mil 460 yardas por aire, 17 touchdowns y sólo tres intercepciones, mientras el ataque terrestre es prometedor por la labor de Latavius Murray, quien en nueve partidos ha anotado ocho de los once touchdowns del equipo por esta vía.
Del lado defensivo, su estrella Khalil Mack se presenta como el principal hombre del sector, esto debido a que es un jugador veloz que bien puede taclear como hacer cobertura, prueba de su calidad son las siete capturas que lleva hasta el momento.
Mack se encuentra acompañado por Malcolm Smith, quien lidera al equipo en tacleadas con 49, además de Reggie Nelson, que encabeza a su equipo con tres balones interceptados.
Los Raiders cuentan con las herramientas necesarias para llevarse la victoria ante los Texanos de Houston en el Coloso de Santa Úrsula, pero dependen de qué tan bien se comporte, pues los castigos por indisciplina han sido constantes, no por nada son la tercera defensiva que más yardas permite, con 398 por juego.