El equipo bien podría considerarse un adolescente que se acerca a ser un adulto joven que quiere dar el salto al otro nivel. Desde su nacimiento en 2002, ha intentado ser protagonista pero la inmadurez lo ha acabado y lo ha dejado atrás de las franquicias de mayor edad. Pero justo en este momento, con 15 años de vida, parece tener la fórmula para no solo regresar a playoffs, sino para pelear por algo más, aunque todavía les falta musculatura para llegar a ese punto.
La ciudad de Houston tuvo futbol americano de la AFL con los Petroleros, quienes jugaron ahí de 1960 a 1969, y fue a partir de 1970 que se integró a la familia de la NFL, pero en 1996 el equipo se mudó a Nashville.
Para la temporada 2002, la NFL necesitaba expandirse y había tres ciudades candidatas, Houston, Los Ángeles y Toronto. El 6 de octubre de 1999 se anunció el regreso de Houston a la liga.
Con esa filosofía, la franquicia comenzó su camino en la NFL. El conjunto regresó con estadio nuevo (Reliant) y participó en un Draft de expansión, donde eligió a Tony Boselli en primera instancia. Para el Draft regular, su elección fue el quarterback David Carr. El conjunto debutó con un triunfo 19- 10 sobre los Vaqueros de Dallas, en una temporada que terminó 4-12.
Sufrió para convertirse en contendiente, ya que hasta 2009 tuvo su primera campaña ganadora (9-7) y hasta 2011 calificó por primera vez a playoffs, cayendo en la Ronda Divisional con los Cuervos de Baltimore. Después de eso solo han llegado dos veces a la postemporada, la anterior en 2015.
Los Texanos han intentado armar conjuntos que peleen la DivisiónSur, pero no han encontrado una regularidad tanto en su roster como en sus head coaches y eso los ha tenido dos años como campeón divisional (2011 y 2012) para después ser cuarto sitio en 2013. Están en el tercer año bajo los controles de Bill O’Brien, quien ha ligado récord ganador luego de terminar 9-7 en 2014 y 2015.