El futbol ofrece a sus protagonistas un abanico de posibilidades, y entre ellas se encuentra el explorar lo desconocido, tomar el pasaporte o la visa, coger una maleta y aventurarse en distintas fronteras. Esto sucedió recientemente con Israel Castro. A sus 36 años, indispuesto a seguir en el balompié nacional y con un pendiente en su amplia trayectoria, decidió dejar comodidades y lujos, para lanzarse a una experiencia que no había vivido, con la ilusión de cualquier novato, sacrificando en lo económico, pero no así en el enriquecimiento personal.
Castro eligió España como destino, militar en el humilde Toledo de la Segunda B (una especie de Tercera División), antes que ponerle fin a su trayectoria en la Liga Mx, y le ha ido bien. De momento, su escuadra comparte la cima del Grupo Dos junto al Bilbao Athletic, con 17 unidades. Y es que, esta categoría en el futbol ibérico se divide en cuatro sectores de 20 integrantes cada uno, separados por la ubicación geográfica; al final de las 38 jornadas, los primeros cuatro de cada bombo se eliminan entre sí para determinar a los dos que subirán a la división de plata.
El futbol le brindó la satisfacción de conseguir títulos de todo tipo con Pumas, Cruz Azul y Chivas, pero no le había entregado la posibilidad de tener una como la actual; en España, se puede decir, Israel Castro volvió a ser aspirante, a comenzar de nuevo: “Así lo veo, y me agrada el reto; creo que la vida del futbolista puede tener ciertos pasajes y no sé si éste sea el último para mí, pero lo vivo como lo hacía cuando comencé, con una ansiedad especial y esas ganas de comerte al rival en cada juego”, confiesa.
¿Por qué elegiste emigrar a España?
Estaba la propuesta en la mesa a inicios de julio pasado, yo tenía planes de marcharme a Estados Unidos, pero lo de España se fue dando y me interesó en cuanto a lo deportivo. El club tiene miras a lograr metas posibles y ambiciosas. No había salido de México desde que debuté con Pumas (2002) y no me pareció mal. Lo estoy disfrutando plenamente.
¿Cómo es la vida en Toledo, cómo se juega ese futbol?
Es una vida muy tranquila, la ciudad es patrimonio cultural de la nación, entonces, podrás imaginarte que vivir aquí es especial. La gente, si te reconoce, te saluda sin problema y tú sigues en lo tuyo. Me he encontrado con una faceta que no había vivido y que estoy disfrutando; en cuanto a lo futbolístico, hay un poco de todo, desde campos espectaculares como el del Logroñes o el del Albacete, hasta otros muy malos.
Recientemente avanzaron hasta los dieciseisavos en la Copa del Rey…
Sí, y nos vamos a enfrentar al Villarreal. Es una especie de recompensa, hace mucho tiempo no se llegaba hasta esta instancia. Todos estamos muy entusiasmados. La afición, aunque nuestro estadio es pequeño –Salto del Caballo, con capacidad para 5 mil espectadores–, te lo hace sentir y uno se entrega al máximo al verlo. La Copa es un torneo muy especial, que te permite, si haces las cosas bien, seguir visitando campos fantásticos. Te reencontrarás con Jonathan dos Santos. Es un buen jugador y está haciendo muy bien las cosas en Villarreal; lo tuve algunas veces de compañero en selección mexicana, espero poder saludarlo, pero también que Toledo le gane a su equipo (risas). Siempre da gusto ver a compañeros con los que coincidiste antes.
¿Cuáles son tus metas inmediatas?
Estoy totalmente concentrado en mi equipo, pensando en nuestros objetivos; el ascenso a la Segunda (Liga 2) es lo que hay en la mente del grupo y también seguir avanzando en la Copa, que le ha generado muchísima ilusión a nuestra gente.
¿Qué tanto infirió en tu determinación de partir la regla 10/8?
De algún modo, en Chivas así se dieron las cosas, cortaron a varios futbolistas que ya teníamos cierta edad, pero no me arrepiento; hoy estoy disfrutando mucho de esta etapa, y lo hago como si fuera de nuevo un novato, alguien que va iniciando. Respecto a la regla, creo que ni a mí, ni a ningún compañero mexicano nos agrada del todo.
¿Piensas volver a la Liga Mx?
No puedo descartar nada, pero la realidad es que ahora estoy en España y no puedo pensar en qué viene. Tengo un año de contrato con Toledo y me enfoco en ello únicamente.