Tom Brady regresó de manera triunfal a la NFL, luego de purgar un castigo de cuatro encuentros por el escándalo de los balones desinflados, y los Patriotas de Nueva Inglaterra apabullaron el domingo 33-13 a los Cafés de Cleveland.
Mucho antes de que lanzara su primer pase en un partido de la campaña regular, Brady fue ovacionado, incluso en casa ajena. Luego, guio a los Patriotas a un touchdown, y a otro y a otro.
No hubo rastro alguno de óxido en el desempeño del quarterback que ha atemorizado al resto de la NFL durante 17 temporadas. Por octava ocasión en su carrera, logró un encuentro de 400 yardas por aire. Encontró a Martellus Bennett tres veces en la zona prometida.
Incluso, se zambulló para conseguir un primer down en el tercer cuarto y realizó un festejo al estilo del velocista Usain Bolt a un costado de la cancha.
En su primera serie del domingo, Brady escuchó una atronadora ovación de miles de fanáticos de los Patriots que asistieron al First Energy Stadium. Luego, completó sus primeros tres pases y cuatro de cinco. El envío incompleto fue en realidad un error del destinatario James White.
La ofensiva se coronó con un acarreo de una yarda de LeGarrette Blount. Brady levantó los puños, miró hacia un costado de la cancha, abrazó a Rob Gronkowski y chocó su casco con el de Blount.
Y a partir de entonces, los Patriots tuvieron un placentero día de campo.