No solamente la derrota 4-3 ante América el sábado, los aficionados de Cruz Azul han tenido que arrastrar durante los últimos 18 años y medio una tremenda carga existencial, aguantando burlas, finales perdidas de todo tipo de formas, derrotas. No obstante, existen razones por las que muchos aficionados a La Máquina siguen convencidos en apoyar a este club de manera incondicional.
La historia
Es una realidad que más de la mitad de los aficionados más fieles y apasionados del Cruz Azul son jóvenes que ni siquiera rebasan los 25 años de edad, y difícilmente pueden presumir de haber presenciado el único título que el cuadro cementero ganó en los últimos 36 años; no obstante, este tipo de aficionados se nutren por ese pasado que solamente pueden apreciar en videos, fotos, o bien por relatos de los que vivieron la época de oro del Cruz Azul.
Son aquellos aficionados de ‘aguante’, que pase lo que pase se mantienen estoicos en su afición por el Azul.
Los ídolos y las glorias
Por otro lado, están esos seguidores de antaño, todos aquellos que vivieron las glorias del club durante la década de los 70, que sí bien aún recuerdan con orgullo y melancolía dicha etapa, son de los más exigentes con el equipo, y que en cierta medida siguen creyendo en este club por simple resignación a ya no poder cambiar, debido a la cantidad de años que llevan siguiéndolo.
La lealtad
Quizá muchos lo llamen masoquismo, pero bien es cierto que la afición celeste tiene esta inexplicable manera de reinventarse torneo tras torneo, no por nada uno de los lemas que identifican a esta hincha es Lealtad Azul.
Mucho de este corazón y de esta pasión desbordada, como ya lo decíamos, es puesto por todos aquellos fanáticos que ni siquiera han visto levantar a Cruz Azul un título de liga.
Los colores
Quizá una de las razones más puras o inocentes sea ésta, la de seguir al equipo por su camiseta o sus colores, directamente inculcada a los niños pequeños, que aún no pueden dimensionar la sequía tan severa por la que pasa el equipo; sin embargo, se enamoran por esta causa, por la simple identificación con un color.
La tradición
Otra de la causas es, por supuesto, esa persuasión para mantenerse por esta filiación hacia Cruz Azul. Mucho de esto se da en las familias que, como lo describíamos antes, es inculcada desde pequeños, hasta así transmitir esta afición de generación en generación.
Todo esto producto del fervor que la grandeza y la importancia que este equipo aún mantiene, como el cuarto más ganador del futbol mexicano, y aunque algunos ya lo pongan en entredicho, sigue teniendo o viviendo con el mote de ‘Equipo Grande’.