Hasta hace poco, Atlanta era un equipo que constantemente se presentaba con opciones de playoffs; sin embargo, el tiempo se lo fue comiendo, la agencia libre y los retiros hicieron que este buen momento se diluyera, y hoy no se esperan grandes cosas.
El año anterior los Halcones arrancaron con marca de 6-1 y parecía que la idea de juego de Dan Quinn rendía dividendos, pero no fueron capaces de mantener ese paso, hasta terminar con un récord de 8-8.
A final de cuentas, el 2015 no fue del todo malo para los de Quinn, que en este 2016 tendrá la tarea de consolidar su proyecto, y de una vez por todas hacer que este equipo regrese a puestos importantes en la Nacional.
La fortaleza en la ofensiva se concentra en el trío que conforman el quarterback Matt Ryan, el receptor Julio Jones y el corredor Devonta Freeman, una columna vertebral que se complementa con la llegada del ala abierta Mohamed Sanu, tras la salida de Roddy White.
Cuenta con una línea ofensiva que tiene a Ryan Schraeder, a Chris Chester y Jake Matthews, que ahora será apuntalada por el centro Alex Mack, llegado de Cleveland, sin dejar atrás al ala cerrada Jacob Tamme.
Se trata de una ofensiva completa, con cartas interesantes, y que terminó la campaña anterior como la séptima total y la número seis por aire, con un Ryan que superó las 4,500 yardas.
A la defensiva, los Halcones estuvieron en la mitad de la tabla en casi todos los aspectos el certamen pasado, y están lejos de las expectativas, al no contar con una pieza capaz de presionar al mariscal de campo rival.
Por esta razón se reforzaron con Courtney Upshaw y Adrian Clayborn, quienes se unen a los apoyadores Vic Beasley, Derrick Shelby, Philip Wheeler y Paul Worrilow, además del regreso de Sean Weatherspoon, luego de su paso por los Cardenales de Arizona solo un año.
Hablando del perímetro, Atlanta tiene como principales protagonistas al esquinero Desmond Trufant y al safety libre Ricardo Allen, quien tuvo un buen año como novato; los otros titulares serán Robert Alford por un costado, y Keanu Neal, selección de primera ronda en el Draft.
La tarea más importante para Atlanta será encontrar la regularidad, aprovechar a su buen cuerpo de receptores y combinarlo con un mejor ataque terrestre; además de una defensiva que acompañe con intercambios de balón.
Los Halcones lidiarán con el calendario más difícil de la NFL, se encontrarán con equipos candidatos al Super Bowl como Green Bay, Seattle y, por supuesto, en dos ocasiones con Carolina, su compañero en el Sur de la Nacional.
Atlanta aspira a competir por el liderato del sector con las Panteras, aunque lo más importante será no ser superado por los Santos de Nueva Orleans y los Bucaneros de Tampa Bay.