En el futbol americano como en cualquier otro deporte, existen tres circunstancias que pueden minar las aspiraciones tanto de un deportista como de un equipo: la sangría de jugadores, lo que en la NFL se le conoce como la agencia libre; las bajas de juego o indisciplinas y, por supuesto, el más determinante de todos, que a su vez es el más incontrolable, las lesiones.
Teniendo en cuenta lo último, el equipo que fue mayormente castigado por el fantasma de las lesiones la temporada anterior fueron -sin duda- los Cuervos de Baltimore, quienes se convirtieron en un auténtico hospital, pues perdieron alrededor de 15 jugadores, en donde destacaba su columna vertebral ofensiva, compuesta por Joe Flacco, Steve Smith y el corredor Justin Forsett.
Baltimore, con este escenario, y ante pérdidas tan significativas, jamás pudo improvisar a un equipo competitivo, por ello el récord de 5-11 que decoró su irregular campaña, de un conjunto que a principios del 2015 se le ponía, incluso, por arriba de Pittsburgh y Cincinnati en su división y como una de las cartas fuertes de la Conferencia Americana para llegar al Super Bowl, además de que tuvieron su primera temporada con marca perdedora desde el 2007.
El ataque de Baltimore volverá a ser comandado por Joe Flacco, su gran líder a la ofensiva, que aun, luego de haber ganado ya un Super Bowl y haber sido MVP del mismo, se le sigue cuestionando si realmente es un mariscal de élite. En el backfield, regresará Justin Forsett, un competente, pero que no parece ser suficiente para constituir un ataque terrestre eficiente, tal y como era cuando estaba Ray Rice, además estará compitiendo con Buck Allen y con el novato Kenneth Dixon.
En el cuerpo de receptores recuperará al tan rentable veterano Steve Smith, a Kamar Aiken, contando con la adición del explosivo Mike Wallace, pero lideran con más pérdidas en la línea, ya que no pudieron retener a Kalich Osemele, y ahora los jóvenes como Rooney Stanley y Allen Lewis tendrán que encargarse de proteger a Joe Flacco en un sistema de juego en donde el ataque aéreo fungirá como el principal arma.
En cuanto a la defensiva, los Cuervos seguirán con su buen cuerpo de linebackers comandado por Elvis Dumervil y un recuperado Terrell Suggs, a pesar de la salida de Daryl Smith, contando con el respaldo de un excepcional liniero como Brandon Williams y un perímetro que tiene entre sus filas a Lardarius Webb, a Jimmy Smith, y que se ha complementado con la llegada de Eric Waddle, tras la salida de Bryden Trawick.
La encomienda principal de los Ravens para el 2016 es recuperar a todas esas piezas que estuvieron marginadas por lesión el año anterior, hacerse fuertes, perfilarse, junto a los Bengals y los Steelers, como el otro gran candidato de la división más fuerte de la AFC, como un equipo que puede ser incomodísimo para las potencias de su Conferencia, que sabe jugar de visitante, cosa que ya han demostrado en varias ocasiones, tan solo hay que recordar cómo han ganado sus dos Super Bowls: Jugando práctico y empleando una gran defensiva.