En medio de una gran celebración, que incluyó mariachis, un grupo veracruzano, decenas de militares y marinos, y por supuesto familiares, cuatro de los cinco medallistas mexicanos en Río aterrizaron en el país.
María Espinoza, plata en taekwondo, Guadalupe González, plata en marcha 20 kilómetros, Germán Sánchez, plata en plataforma 10 metros de clavados, e Ismael Hernández, bronce en pentatlón, llegaron a la Ciudad de México, cansados, pero felices.
La primera en tomar la palabra fue María Espinoza, quien sumó su tercera presea en Olímpicos.
"Estoy muy contenta, emocionada por la medalla, buscaba tres en los Juegos, pero también feliz por toda la delegación, hicimos un gran trabajo", destacó.
La taekwondoín habló sobre los cambios en la disciplina, que han provocado combates con menos intercambios.
"Ahora por una caída te amonestan, entonces ya no arriesgas tanto, es un proceso de evolución, aunque ahora hay más justicia, al ser petos electrónicos ya no hay posibilidad que te roben el duelo".
Por su parte, Lupita González, que fue la deportista con más apoyo en el aeropuerto, señaló que espera estar en Tokio 2020, para mejorar el segundo lugar.
"Mis proyectos estaban hasta Río, tengo una lesión y debo revisarme, y si todo está en orden, lo voy a intentar otra vez, me quedé muy cerca del oro, se me fue en los últimos metros".
El clavadista Germán Sánchez dijo que las críticas a la delegación nacional durante los primeros días de los Juegos les dolieron a todos los atletas.
"Me daba tristeza que las personas no valoraban lo que hicimos, todos tuvimos el mismo camino, de sufrir, llorar, y esa gente no lo sabe; a mí pocos me pueden reclamar, pero no me enfoqué en eso, porque soy más que una medalla".
El pentatleta Ismael Hernández, primer medallista olímpico para México en el deporte, aseguró que para él no fue una sorpresa subir al podio, a pesar que ese día la atención se centró en Espinoza y Germán.
"Sabía que había clavados y estaban los medallistas de Londres 2012, y también la pelea de María, eso me dejó trabajar más tranquilo; fue una planeación milimétrica, es una medalla que comparto con todos y estoy agradecido con el pueblo de México".
El ganador del bronce habló sobre lo que significa la presea, tras haber dado positivo en un examen antidoping en 2010.
"Me dijeron tramposo y lo que me llevó a sobreponerme fue mi familia y las instituciones que no me dejaron de apoyar; hubiera sido ilógico retirarme y no demostrar quién era".