Si repasamos la mayoría de fotografías del podio olímpico de Río 2016 y de otros Juegos Olímpicos, vamos a observar a algunos atletas llorando de alegría y otros mordiendo sus medallas, especialmente las de oro. Sí, se ha convertido en un festejo recurrente por la mayoría de atletas.
Michael Phelps, Usain Bolt, entre otras figuras del deporte, lo han hecho alguna vez. Al principio podría tratarse de una coincidencia; sin embargo, existe una razón de esta extraña costumbre.
La principal razón es que el oro es más suave y maleable que otros metales y una manera de determinar si el oro es verdadero es mordiéndolo. Si es auténtico, los dientes dejarán una sangría. Eso sí, la mayoría de los medallistas probablemente se preocupan mucho sobre el simbolismo de la medalla que de lo que está hecho.
Entonces, ¿por qué muerden sus medallas? Según David Wallechinski, presidente de la Sociedad Internacional de Historiadores Olímpicos, hay una explicación. “Creo que lo ven como algo que llamará la atención, algo esencial que puede ser llamativo para el lente de la cámara. Es especial entre los nadadores”, dijo. En el transcurso de Río 2016, veremos qué atletas seguirán mordiendo sus medallas.